Gonzalo Rogani es un muchacho cañadense de 36 años. Y desde su nacimiento lucha contra la poca movilidad de cuerpo, afectado por la repentina detención de la respiración y del latido cardíaco (un paro respiratorio). Amante del folklore, de la geografía y de las redes sociales; nos enseña que la vida es tan sólo un momento y hay que vivirla siempre de la mejor manera posible. Conversamos con su mamá para que nos cuente de Gonzalo y como es su cotidianeidad.
Por Emanuel N. Soverchia
Según nos cuenta Stella, su mamá, “él sufrió un paro respiratorio en el momento del parto que le afectó su sistema motriz. Es muy inteligente, su mente es la de un chico de edad, es un ser muy pensante, toma decisiones; al tener afectada su motricidad le cuesta desplazarse, comer solo… él, la pelea día a día; porque quisiera ser como otros chicos y él sabe que no se va a poder, pero trata de ponerle la mejor, y nosotros de estar a la para ayudarlo…”.
“Gonzalo tiene 36 años, ama mucho la música. Si día es levantarse al mediodía para almorzar, le gusta estar mucho tiempo en la computadora, busca videos, le gusta la geografía; le gusta el Facebook y se informa mucho con las redes sociales. Luego a las 18.30 o 19:00 más menos, merendamos todos juntos con el papá, el hermano y yo… después se pone a mirar Youtube, escucha música; y luego se preparara para darse un baño, que le encanta, allí está un buen rato; y es así simple su día… le gusta el invierno, las montañas, despertarse cada mañana y ver el sol, tiene una mascota, un perro de raza Golden llamado Rocco. Él dice que ama el folclore porque escuchar música le da fuerza para seguir adelante en la vida. Y ama mucho a su familia”, comentó la madre del joven que se aferra a una silla para desplazarse por el mundo.
Agrega Stella: “Está aprendiendo percusión, los miércoles Jorge Figueroa le está enseñando a tocar peruano y también va de una chica, los lunes a la tarde, como a él le gusta mucho la geografía; y lo ayuda a estudiar e investigar sobre varios temas; y es una forma de estar actualizado. Gonzalo nunca fue privado de nada, lo llevé plazas, circos; siempre en contacto con la gente; terminó 7° grado en el Instituto Razetto, muy querido por sus compañeros; después siguió con una maestra particular”.
Días atrás un video en las redes sociales despertó nuestra atención ya que al ver a Gonzalo bailando folklore en su silla de ruedas, sumergiéndose en pura felicidad, danzando junto a una dama que seguí sin perder el paso los movimientos nativos de nuestra música; nos enseñaban lo valioso de la vida.
“Una vez fuimos a una peña a Sarmiento con el grupo con el que yo bailo folklore “El Chucaro”, y lo dejé a Gonzalo un segundo para llevar a mi hermana hasta la casa, y una amiga vio que él tenía entusiasmo por bailar; y ahí surgió la idea de que podía bailar por una vez… hicimos una peña el 6 de septiembre y participó de ese baile del video que vos viste; donde realmente fue muy feliz; él dice que comenzó una nueva etapa. Y a partir de ahí estuvieron de acuerdo Juan Corral y Fabiana Barzola de quererlo incorporar al grupo de ballet, y que lo baile a su manera; y él está muy feliz, muy emocionado; así que desde ahora es un nuevo bailarín”, nos narró orgullosa su madre.
Stella nos explicó además: “Me consultaron a mí si lo dejaba, bailar, porque yo sé que no es por lástima, sino porque lo quieren; y les dije bueno si a él lo hace feliz, bienvenido sea. Lo que no pensamos era que se iba a sentir así tan feliz, y le dio un vuelco a su vida, porque ahora también va a ensayar conmigo y el grupo 2 o 3 veces a la semana”.
Gonzalo es un arduo investigador, bailarín de ballet como nos contó su mamá, amante de la música y hasta seguidor de nuestras publicaciones, que en más de una oportunidad nos hace saber que lee nuestros artículos. Pero además de todo eso el joven cañadense es escritor; y está preparando la historia de su vida.
“Estamos haciendo la biografía de su vida, vamos despacio pero yo creo que el año que viene la terminemos, lo ayudo porque si bien él tiene más memoria que yo, se lo voy coordinando, el otro libro que sacó lo hizo solo, pero ahora debido a los medicamentos que toma le van atrofiando la mente, ahora estoy viendo con otro médico, si le inicio un tratamiento, con globulitos para ver si puede dejar los medicamentos”, explicó Stella a La imprenta.
Gonzalo irrumpe a su madre para pedirle que nos diga que “La juventud ahora tiene tantas cosas para hacer y para vivir; que lastima que la desaprovechen tanto”; y agrega su madre “él con tantas ganas de hacer tantas cosas, limitadas pero dentro de sus posibilidades las hace, le da pena ver esa juventud que se pierde por cosas como por ejemplo la droga”.
En medio de la entrevista, su mamá nos dice que Gonzalo junto a ella quiere expresarnos algo: “Gonzalo dice, que bueno que haya gente que integre a los que nacimos diferente agradece al Ballet El Chucaro, Santiago Ayala, De Juan Corraz y Fabiana Barzola, por hacerlo tan feliz, y darle este regalo de poder bailar y quererlo tanto”.
Para una frase hecha, pero nunca mejor dicha en el momento más preciso. Mientras algunos desaprovechan su vida en cosas mundanas y vanas, mientras son comidos por los flagelos sociales. Otros con limitaciones y obstáculos, se comen el mundo.