MIRA A TRAVÉS DE LA GENTE, Y SIGUE A TRAVÉS DE LA NIEBLA
La banda británica Black Sabbath es uno de los nombres fundamentales en la historia del Heavy Metal, con su basamento temático en universos tétricos religiosos místico satánicos. Surgidos en 1967 en Birmigham Inglaterra, compuesta inicialmente por Ozzy Osbourne, Tomy Lommi, Geezer Butler y Bill Ward.
Por Joana González
(Nocturna)
Muy a menudo, la mayoría de los fanáticos de BLACK SABBATH en todo el mundo, o bien, los que al menos lo conocen por nombre, suelen ser reverentes de los álbumes de los 70` con OZZY OSBOURNE.
Tales como PARANOID o MASTER OF REALITY; si bien es indiscutible que los lanzamientos mencionados anteriormente son grandiosos por sí mismos, siendo fundamentales para la creación del Heavy Metal, en general no se atreven a ir más allá.
En esta oportunidad me refiero al disco HEADLESS CROSS, el décimo cuarto álbum de la banda británica ya nombrada, este álbum fue lanzado en el año 1989, y es el segundo con la voz de TONY MARTIN, una garganta prodigiosa que brilla con una pesadez única y profunda.
Ambos discos con este vocalista me hacen sentir igual (Headless Cross 89`, Tyr 90`), no podré ser muy específica en cuanto a lo técnico pero si en lo emocional.
Afortunadamente Headless Cross logra ser un álbum totalmente atmosférico y fuerte, a pesar de ser solo siete canciones reales e increíblemente rápidas, muchas de ellas están influenciadas por el rock de los 80`, lo que puede ser un apagón para algunos.
Todas las canciones son dignas de escuchar y ser respetadas como tales; la voz de Tony Martin sobrepasa todos los sentidos en mí, te hará navegar por diferentes emociones hasta transportarte allí, donde no hay retorno, solo hace falta cerrar los ojos y dejarse llevar por este majestuoso disco.
Me atrevo a decir que si deseas ver esta era del Sábado negro, esta placa es una losa de perfección que no defraudara.