Si estás buscando una forma tranquila y relajante de disfrutar del tabaco, has llegado al lugar adecuado. En este folleto realizado por el Club de Pipas San Bernardo, te guiaremos a través de los aspectos esenciales para disfrutar al máximo de fumar en pipa. Desde la elección de la pipa y el tabaco adecuados hasta la técnica de llenado y encendido, exploraremos todo lo que necesitas saber –básicamente– para crear una experiencia única y gratificante. Descubre cómo saborear cada momento, sumergiéndote en una tradición centenaria llena de ritual y contemplación.
Elige tu primera pipa
A la hora de elegir tu primera pipa, el mejor consejo a seguir es “elige la que más te guste”. Sin embargo, el mejor formato para un principiante es la pipa recta.
Materiales de la pipa
Para tu primera pipa, sería prudente elegir una fabricada en brezo –el material más comúnmente utilizado en la fabricación de pipas debido a su durabilidad, resistencia al calor y atractiva apariencia–. Otros materiales como maderas alternativas –olivo, grevillea, guayuvira–, la arcilla y la espuma de mar, entre ellos, también se utilizan para fabricar pipas, pero estos son más frágiles y carecen de las características de fumado y facilidad de uso del brezo. Las pipas de mazorca de maíz son la opción muchas veces menos costosas para una primera pipa, y una alternativa viable al brezo que ofrece una experiencia de fumado predecible. La mayoría de las pipas de brezo tienen boquillas hechas de ebonita (caucho) o lucita (acrílico). Ambos materiales funcionan bien y es puramente una cuestión de elección personal. La ebonita es más suave –muchos la encuentran más cómoda–, pero el acrílico es más duradero y resiste la oxidación.
Anatomía de la pipa
Un conocimiento básico de la anatomía de una pipa te será útil a la hora de descubrir por qué tu pipa está obstruida o no está fumando correctamente. También te ayudará a apreciar la destreza artística que se emplea en la creación de una pipa, el diseño e incluso la física básica de cómo funciona.
Ten en cuenta que para retirar la boquilla –siempre con la pipa fría– tienes que hacerlo como si tuviese rosca, girándola sobre sí misma y tirando suavemente de ella. Lo mismo al colocarla nuevamente en su lugar.
Selecciona tu primer tabaco
Al igual que con la pipa, “elige el que más te guste”. La variedad de tabacos para pipa es increíblemente amplia y el sabor de una mezcla está influenciado no solo por sus componentes de tabaco, sino también por una miríada de otros factores, como el estilo de corte. La única forma de determinar qué tipo de tabaco es el adecuado para ti es probar varias mezclas muy diferentes para decidir qué tipo –en general– te gusta y luego proceder desde ahí. Si solo tienes experiencia con cigarrillos y puros, te espera un verdadero placer.
Aromáticos vs. no aromáticos
Estas son las dos subdivisiones más amplias de los tabacos para pipa. Como regla general, la mayoría de los fumadores principiantes tienden a preferir un tabaco “aromático”, que ha sido “tratado” con sabores como vainilla, cereza, etc., mientras que aquellos que vienen del mundo de los puros o cigarrillos a menudo prefieren un tabaco “no aromático” o “natural”.
Aromáticos
Un buen tabaco aromático tiene un ligero tratamiento con sabores naturales. Estos tabacos tienden a ser más húmedos, lo que puede llevar a problemas al fumarlos –que se pueden evitar si se tiene cuidado en la preparación y carga del tabaco–.
No aromáticos
Son tabacos que no contienen aditivos aromáticos; de hecho, una buena mezcla no aromática no contendrá ningún aditivo en absoluto, aparte quizás de un poco de agua. Muchos veces se sugiere al novato un tabaco “suave”, aromático, para empezar. Pero hasta que el novel fumador se acostumbre a los “aspectos mecánicos” de fumar en pipa y haya cultivado un sentido para los sabores y aromas, su respuesta sensorial no será “extraordinaria”. Si empieza con un tabaco suave, es probable que fume como una locomotora para intentar obtener algo de sabor, sin mencionar la dificultad que podrían tener para mantener encendida la pipa. Y si es un tabaco aromático pegajoso, el problema se magnifica.
Cargando tu pipa
El arte de cargar una pipa es la tarea más difícil asociada con fumar en pipa, y esto puede ser muy frustrante para el principiante. La técnica más común para cargar una pipa es el método de los “tres pasos”.
- Se agrega tabaco a la cazoleta hasta que esté ligeramente llena y luego se presiona suavemente con el dedo para que quede hasta media cazoleta.
- Se llena la pipa nuevamente y se presiona hasta que la pipa esté con tabaco en un 2/3 a 3/4 de la cazoleta.
- Finalmente, sobrellena la pipa y presiona firmemente la capa superior.
Cuando hayas terminado, el tabaco debe sentirse “elástico” al tacto. Si no tiene flexibilidad en absoluto, está demasiado apretado. Si al oprimir queda una marca, está demasiado suelto. Finalmente, prueba la “aspiración” succionando aire a través de la pipa sin encender; la resistencia debe ser similar a la que se siente al beber con un sorbete o como en un mate. Si la aspiración no se siente correcta, vacía la cazoleta y comienza de nuevo. Lo dicho aplica para el tipo de corte de tabaco más común –“ribbon”, o “en tiras”–. Otros cortes de tabaco –flakes, en cubos, en monedas– requieren su propia técnica y firmeza, lo que irás aprendiendo con la práctica.
Encendido de la pipa
Existen diferentes métodos de encender la pipa –fósforos, encendedor de butano, encendedor tipo “Zippo”–, pero la técnica es básicamente la misma. Acerca la llama de fuego a la superficie del tabaco y, mientras inhalas suavemente, muévela alrededor de la superficie en un círculo lento y uniforme. En la primera encedida, el tabaco se elevará levemente. En ese momento, presiona muy suavemente con el “atacador” para acomodar el tabaco, y vuelve a encender.
Manteniendo la pipa encendida
No te preocupes demasiado si al principio tienes dificultades para mantener tu pipa encendida. Incluso a los fumadores más experimentados les suele pasar que tienen que volver a encenderla varias veces. Intenta relajarte y disfrutar; después de todo, ese es el punto principal. Te resultará mucho más fácil mantener tu pipa encendida con la práctica. Mientras fumas, se formará ceniza en la parte superior del tabaco, que debe ser “atacada” suavemente –cada tanto– durante el curso de una fumada y antes de volver a encender, a fin de mantener el tabaco correctamente compactado y de promover una combustión uniforme.
Ritmo de Fumada
El ritmo al que fumas (es decir, el ritmo al que das caladas a tu pipa) es muy importante. Con la práctica y la experiencia alcanzarás tu ritmo perfecto. La idea es dar caladas con la suficiente frecuencia para mantener el tabaco encendido, pero no tanto como para que se caliente demasiado la pipa, lo que contribuiría a la “mordida en la lengua”, y podría dañar tu pipa. Si por el calor no puedes sostener cómodamente tu pipa en la mano, o no puedes apoyar la cazoleta contra tu rostro durante más de unos segundos, entonces estás fumando demasiado rápido. Si esto ocurre, deja la pipa a un lado unos minutos para que se enfríe, luego vuelve a encender y comienza de nuevo. El ritmo de fumada perfecto es aquel en el que la pipa está siempre a punto de apagarse.
Limpieza de la pipa
Deberías limpiar la pipa después de cada fumada. Para hacerlo, primero deja que la pipa se enfríe y luego saca la ceniza y el tabaco no quemado que queda en el fondo de la cazoleta. No golpees la pipa contra una superficie dura. Una vez hecho esto, pasa un limpiapipas a través de la boquilla y de la caña. Repite con limpiapipas adicionales hasta que salgan limpios. Finalmente, puedes usar uno de los limpiapipas usados doblado en forma de “U” o una servilleta de papel para limpiar la ceniza adherida a los lados de la cazoleta. Deja la pipa a un lado para que se seque completamente, idealmente por lo menos entre 24 y 48 horas antes de volver a fumarla. Periódicamente, deberías limpiar tu pipa de manera un poco más exhaustiva. Nunca, nunca, nunca saques la boquilla de una pipa mientras aún esté caliente. Permite que la pipa se enfríe durante al menos una hora antes de intentar retirar la boquilla; de otra manera, resultará en una boquilla floja en el mejor de los casos, o incluso podrías terminar con una espiga rota o una caña agrietada.
Aculotado de la pipa
El proceso de “aculotado” de una pipa cumple dos funciones. Primero, cualquier savia, resina, ácidos u otras cosas desagradables que hayan quedado en el brezo son eliminados. Segundo, y lo más importante, se desarrolla una “capa” (cake, en inglés) de carbonilla que se acumula en el interior de la cazoleta a medida que se fuma. Esta capa protege a la pipa del calor del tabaco quemado y evita que se “queme”. Es importante fumar una pipa nueva lentamente para evitar dañar el brezo desnudo; es muy fácil dañar una pipa nueva por descuido, por lo que es recomendable cargar una pipa nueva solo un tercio o la mitad para las primeras fumadas. Algunas pipas se venden con un recubrimiento –llamado “pre aculotado”– diseñado para proteger el brezo hasta que se forme la capa de carbón. También se recomienda colocar en el interior de la cazoleta una fina capa de miel para que se forme el “cake” más rápidamente. Finalmente, trata de no fumar una pipa nueva al aire libre, puesto que incluso una brisa suave hará que queme mucho más caliente que si se fumara en interiores, y puede dañar irreparablemente un brezo que no esté debidamente aculotado. Cabe señalar que la mayoría de la información en esta sección se aplica solo a las pipas de brezo. La mayoría de las otras pipas no requieren este proceso, o a lo sumo, uno muy breve. Es más, no se debe permitir que se forme una capa de carbón en una pipa de espuma de mar o arcilla, ya que podría provocar que la cazoleta se agriete.
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Desde el Cañada de Gómez Pipa Club agradecemos la cordialidad y gentileza por este valioso material al Club de Pipas San Bernardo.
