“Hemos recibido reclamos de vecinos a quienes les han llegado las boletas del TGIU con la aplicación de esta ordenanza, luego de 10 años de su promulgación, pero dicha propiedad a la que se imputa la sobretasa, no está desocupada, ni en estado de abandono”, explicó Matías Chale.
“La supuesta necesidad de disminuir la desertización de puntos clave de la ciudad, mantener la limpieza, el orden y la estética edilicia de la ciudad; evitar el estado ocioso de la propiedad y disminuir los costos de los alquileres inmobiliarios a la cual se recurre, para argumentar y justificar dicha ordenanza, no posee sustento en la realidad de la ciudad, ni ha logrado bajar los costos de los alquileres, ni ha cumplido ninguno de los propósitos argumentados en la norma”, completó Chale.
Su compañero de banca, Luciano Travaglino, recordó que la Ordenanza 7624 establece una sobretasa del 200 por ciento; y que la ordenanza 8580 en su artículo 21 establece para baldíos sobretasa de 400, 300 y 200 por ciento para las zonas radio 1, 2 y 3 respectivamente.
“La existencia de un terreno sin edificación alguna o baldío no implica un cargo extra para el municipio en relación a la tasa municipal. Por lo que los propietarios de los terrenos denominados como baldíos están obligados a mantener los mismos desmalezados y limpios, en caso contrario serán sancionados por dicha infracción”, acotó Travaglino. La iniciativa será debatida y analizada en Estudio de Comisión.