El hecho ocurrió en Cañada de Gómez, sobre calle Ballesteros al 1300, donde resultó damnificada Andrea N. una vecina de 34 años, quien manifestó que en horas de la noche dejó su motocicleta marca Motomel B110, de color azul, estacionada frente a su domicilio y al salir horas más tarde la misma ya no se encontraba. Una cámara de seguridad registró el momento en que un vehículo con dos ocupantes sustrajeron la moto cargándola en la parte trasera del mismo para darse a la fuga. Esto puede verse en las secuencias de videos cuando Andrea llega con su hija en la moto y la deja estacionada en la puerta de su hogar y más tarde las personas en sus actos de malhechores.
Por Emanuel N. Soverchia
El rodado se encontraba con las llaves de ignición colocadas. Andrea narró lo sucedido a nuestro medio y nos aportó las grabaciones de la cámara de seguridad de un vecino la cual registró todo hecho hasta la huida de los delincuentes. Así la contó en la entrevista con la propietaria del rodado robado.
“El jueves fui a buscar a mi hija más grande a danza que salía a las 21 horas. Nos demoramos un rato en salir, llegue a mi casa cerca de las 21:15. Saqué lo que compre del baúl de la moto y entré a mi casa”; explicó Andrea a La Imprenta.
Continuó narrando: “A las 21:30 le digo a mi hija que le avisé al papá de mi hija más chica, que me traiga a la nena, que ya estábamos en la casa. Y cerca de las 21:45 me trae a mi hija más chica su papá. Le pedí a mi hija más grande que le abra la puerta, ya que estaba cocinando. Cenamos, y como no tengo lugar en mi casa, guardo la moto en una cochera”.
Para la vecina hasta ese momento todo resultaba normal, ni se imaginaba lo que acontecía en la misma vereda de su casa mientras ella y su familia cenaban como de costumbre.
Prosiguió su relato Andrea diciendo que “Cerca de las 00:00 salgo a buscar la moto y no la tenía más. Yo había dejado la moto afuera de mi casa, vivo en la planta alta por Ballesteros al 1300. La dejo siempre afuera ya que no tengo donde guardarla en mi casa”.
“Imagínate, me puse a llorar de la bronca. Mis hijas me querían tranquilizar. Busqué los papeles de la moto y me fui a la (Comisaría) primera a hacer la denuncia”, explicó la damnificada quien además agregó que “En la (Comisaría) primera me dijo que me fijé por el barrio si había cámaras. El viernes después del acto del 17 de agosto, salí con una compañera a ver. Y vi varias cerca de mi casa; La primera que vi fue en la esquina de Quintana y Ballestero, de una señora. No le andaba… entonces noté que en frente había cámaras, en una compañía de seguros; quienes muy amable nos la cedió el dueño”.
La vecina que aún tiene la esperanza de recuperar su motocicleta, se refirió con detalles lo que puede verse en la serie de más de 30 videos secuenciales a los delincuentes ocupantes de un vehículo utilitario estacionando junto al cordón frente a la moto estacionada y en unas pocas maniobras la sustrajeron cargándola en la parte trasera de la llamada “Kangoo” y se dieron a la fuga.
“(En los videos) Se ve claramente cuando yo llego con mi hija más grande; después pasan varios vehículos, un patrullero por Maipú y Pellegrini, y luego pasa la Kangoo. Además se ve cuando bajan, miran la moto, y esperan como 15 minutos dentro de la kangoo; al ver que un auto sale, ellos salen de la chata; uno agarra mi moto y el otro sube a la kangoo, por último, salen y doblan en Maipú…”; describió Andrea.
“Llevé los vídeos a las oficinas de Investigaciones y me dijeron que cuando sepan algo me avisan”, señaló la vecina casi resiganada e indicó: “Pienso que es muy injusto todo esto. La mayoría de la gente se esfuerza por tener algunas cosas. Y lo que no se puede tener no lo salimos a Robar… Me siento mal, con mucho sacrificio pude comprarla el año pasado. La usaba para todo. Había empezado a trabajar de nuevo, llevaba a mis hijas. Iba a estudiar. Me siento muy indignada. Pero lo que más duele es ver pasa un móvil un minuto antes que me roban mi moto”.
Para finalizar Andrea exteriorizó su estado de ánimo y su sentimiento sobre la situación que le toca atravesar: “Y que la gente sepa que todo esto de los robos, no son solo eso. Que hay cosas raras por detrás. No sé. A mí nadie me quita de la cabeza que como mucha gente pasa 8 o 10 horas trabajando, ellos también tienen horas buscándote, y vigilándote para ver en qué momento pueden joderte la vida. Ojalá la justicia no sea tan porquería. Que el ladrón pague…”