Amalia Grana: “hay senadores que hace 25 años que ocupan una banca, tenemos que eliminar el Senado, reducir la cantidad de diputados, cobran 150 millones de pesos al mes y lo único que hacen es quitarle la posibilidad de progreso a los santafecinos” declaró la Diputada por “Somos Vida”.
Veamos:
Por pudor, digamos, suspendieron hasta marzo el aumento, sino, de lo contrario, partir de enero, los senadores nacionales cobrarían $ 9,5 millones por mes. De acuerdo a la nueva actualización, ese monto equivale a 2500 módulos. A ese importe hay que agregar otros 1000 módulos extra por gastos de representación y 500 por desarraigo. O sea otros $ 5.7 millones más.
Los reflectores en general apuntan allí, pero si los direccionamos a las legislaturas provinciales, la sorpresa puede ser mayor. En el conjunto, todas las legislaturas provinciales tienen 1199 legisladores y tienen un presupuesto anual de $ 654.642.520.506 (al dólar oficial, en términos redondos, unos 624 millones) Para no hacerlo tan engorroso, en números redondos, cada legislador tiene un costo mensual de 46 millones de pesos, o 1, 5 millón por día. No significa que cada legislador se lleva eso a su bolsillo, es el conjunto de costos, incluida la dieta.
Si aproximamos el reflector a la provincia de Santa Fe, vemos que hay 69 legisladores con un presupuesto anual de $ 66.110.611.000-, redondeando, unos 63 millones de dólares (valores actualizados al dólar oficial, pero sobre el año 2023) O sea cada legislador, en número redondos, nos cuesta 100 millones de pesos mensuales.
En promedio, dentro del presupuesto, los gastos en las legislaturas son el 1,35%. Para ponerlo en perspectiva, en promedio, en la provincia esa cifra es 1,5 veces el presupuesto del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, o al 70% del presupuesto destinado a Producción, Ciencia y Tecnología.
Si establecemos una comparación con un país similar en cantidad de legisladores, como es España, el presupuesto anual en aquel país es de 383 millones de euros, unos 420 millones de dólares, mucho menos que los 624 millones de aquí. 32% menos, para ser precisos, pero a lo que hay que agregar un dato no menor, el PBI de España es de 1,2 billones de euros, o sea duplica y mas al de Argentina. Vemos entonces que las cifras erogadas en cuanto al gasto en las legislaturas son desproporcionadas en la comparativa intra-presupuestaria como a nivel internacional. Esto desde el punto de vista cuantitativo. Ni hablar cuando se asocia ese nivel de gasto a la cantidad y calidad de proyectos presentados y/o aprobados. Recordemos un par de ejemplos, la legisladora bonaerense que presentó un proyecto para declarar el inodoro “un lugar para la paz” u otro legislador que presento como proyecto declarar de interés “la fiesta nacional del chancho con pelo”.
Es real que en términos macro no mueve el amperímetro, que, dicho sea de paso es el argumento que utilizan todos los políticos cuando se habla precisamente del gasto político. Si tomamos lo que dice el gobierno, que el ajuste en el 2024 fue de 15 puntos del PBI, esto es algo así como 60 mil millones de dólares, es evidente, que, si por ejemplo, se redujera a cero el costo de las legislaturas, eso sería apenas el 1% del ajuste. Está claro que semejante sablazo no lo iba a pagar la “casta”, solo algunas almas bien pensantes, por desconocimiento o buena voluntad puedan pensar eso, está claro que el grueso del ajuste, licuadora o motosierra pasó por los jubilados (recordemos que 60% del gasto total es gasto social) y la reducción a cero de la obra pública, Fueron los dos grandes aportantes al ajuste.
Ahora bien, ante un proceso en que se desplegó una política de reducción tan drástica del gasto, el gasto legislativo no puede quedar exento. No por lo económico, sino por la fuerte carga simbólica que tendría.