Todos los días vemos en las noticias el aumento de delitos comunes que diezman no sólo el país y la provincia sino también a nuestra ciudad. Pues aquello de “es una ciudad tranquila…” quedó en los recuerdos del pasado de una “ciudad pujante” en donde podías sentarte en el umbral de tu casa a tomar mates en las noches de verano hasta que salga el sol. Y ver correr a tus hijos por las veredas jugando a la “toca” o a “las escondidas” sin ningún tipo de temor a que nada malo les pasara. Olvídense de dejar la puerta abierta mientras miras la tele, o dejar la bici sin candado…
Por Emanuel N. Soverchia
Aquella reseña de “pueblo manso” y de casas bajas y silencios de campo, ya no es más parte del folklore místico de la ciudad cóncava, y ahora nos aprieta el miedo, la incertidumbre y el escozor de no saber si mañana o pasado, o tal vez esta misma noche, un estúpido con alardes de grandeza y medio “clavado en pastillas” se calce un “chumbo”, dos vinos, y se meta en tu casa para “afanarte” un reloj, algo de “guita” que te sobró del sueldo, o que estás ahorrando para lo que se te antoje porque te lo ganas “laburando”; el pibe que “pobrecito, la sociedad no lo entiende” te mete dos plomazos en el pecho, sin medir nada… a la vista de tu familia que mira cómo te morís porque la justicia espera que el reo, “lleve arma cargada, apunte de frente y no de espaldas, tenga intención de matarte y los planetas se alineen”, para poder hacer uso de tu defensa personal y familiar.
O sin más, transitar por la calle y un “zarpado en falopa”, apañado por la llamada “zona liberada” te arrebata el bolso montado en su moto cero kilómetro, con las cachas destrozadas “porque es piola” y te arroja al suelo de tu bicicleta mientras vas o venís del trabajo, para llevarse sólo tus documentos, el vuelto del mercado y un par de anteojos recetados que te salieron un ojo de la cara.
¿Y la justicia? ¿Y la Seguridad Ciudadana…con sueldo municipal?
“Ah no, la justicia es dependencia de la Provincia, no del municipio… la Provincia se queja que la Nación no envía fondos, ni patrulleros, ni chalecos, ni armas ni balas, ni combustible….”; pero ¿¡ENTONCES PORQUE TANTOS SUELDOS MALGASTADOS EN OFICINAS QUE NO SIRVEN PARA NADA, NI HACEN NADA, NI SIQUIERA AYUDAN A NADIE?!
Porque no me van a venir a decir a mí que tanto la policía, los fiscales, los jueces, el Coordinador de Seguridad Ciudadana Municipal, los inspectores, la intendenta y sus secretarios; los concejales, los diputados, los senadores y hasta el gobernador… ¿NO SABEN DÓNDE ESTÁ CADA BÚNKER DE DROGAS, CADA GARITO DE JUEGO CLANDESTINO, CADA “CUEVA” DE DELINCUENTE?
Vamos señores y señoras… si doña María y José, el verdulero de la esquina, el carnicero de la otra cuadra, la docente de la escuela del barrio, el obrero que trabaja en la casa de mi tioabuelo, conoce quien la vende, quien la compra, quien “chorea”, donde la esconden… ¿Cómo NO VAN A SABER ESTOS FUNCIONARIOS CON SUELDOS QUE CUALQUIER EMPLEADO ADMINISTRATIVO NO TIENE, DONDE ESTÁN LOS QUE ESTÁN AFUERA DE LA LEY?
¿O acaso, tengo que a empezar a creer eso de que son cómplices, se hacen los boludos y reciben la “cometa”?