Se trata de Jonatan Olivera, de 23 años, a quien se le impuso la pena por la autoría de los delitos de tentativa de femicidio y tentativa de aborto. La sentencia también es por otros ilícitos que cometió en perjuicio de la misma mujer en un contexto de violencia de género y por haberse evadido de la comisaría 12 de Santo Tomé. El fiscal Estanislao Giavedoni encabezó la investigación.
Un hombre de 23 años identificado como Jonatan Olivera fue condenado a 10 años de prisión por haber intentado quitarle la vida a su expareja en la ciudad de Santa Fe. Además, como la mujer estaba embarazada al momento de ser atacada, la sentencia impuesta también fue por la autoría del delito de tentativa de aborto.
La resolución fue dispuesta por el juez José Luis García Troiano en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos que se desarrolló en los tribunales de la capital provincial. El fiscal que representó al MPA es Estanislao Giavedoni.
El funcionario del MPA destacó que “el condenado reconoció su responsabilidad por el ataque a su expareja y también por otros violentos hechos ilícitos que cometió en perjuicio de la misma víctima. Asimismo, admitió haber sido el autor de las lesiones que le causó a otra mujer y también reconoció haberse evadido de la comisaría número 12 de Santo Tomé”.
Embarazada
Giavedoni aseguró que “a sabiendas de que su expareja estaba embarazada, Olivera la atacó con la intención de matarla y provocarle un aborto”. Precisó que “fue minutos antes de las 20:30 del lunes 30 de noviembre de 2020, en una vivienda ubicada en calle Reconquista al 3.000”.
Contó que “luego de una discusión en la que el condenado la amedrentó, la mujer salió corriendo de la casa en la que estaban en busca de auxilio”. En tal sentido, sostuvo que “el hombre la siguió y la apuñaló en el abdomen con un arma blanca”, y aseveró que “la agresión no tuvo resultados letales por razones ajenas a la voluntad de Olivera”.
“La mujer ya había sido amenazada de muerte y atacada físicamente por el hombre en otras oportunidades, tanto en la vía pública como en una vivienda”, expuso el fiscal.
Giavedoni subrayó que “las conductas delictivas ocurrieron en un claro contexto de violencia de género que Olivera ejercía en perjuicio de quien había sido su pareja”. Al respecto, destacó que “tras la denuncia que dio origen a la investigación, la víctima comenzó a ser asistida por profesionales de la Dirección de Mujeres y Disidencias de la municipalidad de Santa Fe”.
Ladrillo
En relación a los otros ilícitos, Giavedoni detalló que “el condenado abordó con violencia a un niño y a su madre que transitaban a pie por la esquina de Reconquista y Raúl Tacca”. El representante del MPA también narró que “sin mediar palabra, el condenado utilizó un ladrillo para golpear a la mujer en la parte posterior de la cabeza”.
“Cuando la víctima le manifestó al agresor que iba a denunciarlo, él la apuntó con un arma de fuego y la amenazó con disparar”, relató. “Inmediatamente después, el hombre se apoderó de un teléfono celular que tenía el niño y se fue del lugar”, afirmó.
Comisaría
El fiscal indicó que “en marzo del año pasado, el condenado se evadió de la comisaría número 12 de Santo Tomé, ubicada en Alvear al 2.500, donde estaba detenido en prisión preventiva”. Explicó que “según un plan previo, Olivera y otras cuatro personas limaron las rejas de una ventana y se fugaron del establecimiento”.
Abreviado
El hombre de 23 años fue condenado como autor de los delitos de tentativa de homicidio calificado (por el vínculo y por haber sido cometida por un hombre en contra de una mujer, mediando violencia de género–femicidio) y tentativa de aborto.
A Olivera también se le endilgó la autoría de lesiones leves calificadas (por el vínculo y por violencia de género); lesiones leves; amenazas cometidas en un contexto de violencia de género; amenazas coactivas calificadas (por el uso de armas); amenazas coactivas y robo. A su vez, se le atribuyó la coautoría del delito de evasión.
Giavedoni informó que “la Defensa aceptó la calificación penal de los hechos ilícitos, la pena a 10 años de prisión impuesta y la decisión de abreviar los procedimientos del juicio”. Por su parte, “las víctimas fueron notificadas y brindaron su conformidad con lo resuelto”, concluyó.