Al igual que en los mayores de edad, con un intervalo mínimo de 4 meses (120 días) desde la aplicación de la última dosis del esquema inicial, la incorporación de la dosis de refuerzo en esta franja etaria tiene el objetivo de prolongar el efecto protector del esquema de vacunación inicial frente a la situación epidemiológica actual, con el aumento exponencial de casos y la introducción de nuevas variantes con mayor transmisibilidad.
“Además de brindarles una protección de manera directa a las personas de 12 a 17 años, vacunar a los y las adolescentes ayuda a proteger a menores de 3 años que no se pueden vacunar aún y a otros miembros de la familia que podrían tener mayor riesgo de enfermarse gravemente”, aseguró el subsecretario de Estrategias Sanitarias, Juan Manuel Castelli.
Las vacunas autorizadas para su uso en los y las adolescentes son las desarrolladas por los laboratorios Pfizer y Moderna -ambas de ARNm- y, como muestran los resultados de su utilización en este grupo etario desde su incorporación en la campaña de vacunación contra COVID-19 con más del 88% de cobertura para esquemas iniciados y de 71% de cobertura para esquemas completos, presentan adecuados niveles de seguridad y eficacia. Además, permiten avanzar en los objetivos de disminuir la morbimortalidad y colaborar en la estrategia de contención de la pandemia incidiendo en la transmisión viral.
Es importante recordar que la vacunación de niños, niñas y adolescentes contribuye a garantizar la presencialidad escolar plena y cuidada en el ciclo lectivo 2022, además de permitir que esta población participe de manera más segura en actividades deportivas, juegos y otras actividades grupales que son propias de la edad.
Cabe destacar que las vacunas contra COVID-19 se pueden aplicar junto con el resto de las vacunas del Calendario Nacional de Vacunación.