Nació el 29 de agosto de 1810 en San Miguel de Tucumán, en una casa frente a la plaza principal. Es conocido por ser el autor intelectual de la Primera Constitución. Fue uno de los pensadores más importantes e influyentes del siglo XIX.
Residió desde muy joven en Buenos Aires, ciudad en la que desarrolló una importante actividad política, cultural y social. En 1831 ingresó a la Universidad de Buenos Aires a estudiar Leyes, pero al ser opositor a Rosas decidió irse a Córdoba, donde se graduó de Bachiller en Leyes. En 1835 fundó, junto a Juan María Gutiérrez y Esteban Echeverría, el Salón Literario, un espacio de difusión de ideas ligadas al romanticismo europeo. Fue uno de los miembros más influyentes de la Generación del 37.
Se exilió en Europa y Sudamérica, por ser opositor al gobierno. Vivió gran parte de su vida en Valparaíso, Chile, donde trabajó como abogado y periodista. En 1852 escribió Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina, el borrador de la Constitución de 1853. En 1855 fue nombrado representante de la Confederación Argentina en París, Madrid y Londres, cargo en el que logró varios acuerdos relevantes.
Se opuso fervientemente a la infame guerra contra el Paraguay. Alberdi rechazó la posibilidad de llevar adelante una “guerra justa” porque sería lo mismo que hablar de “crimen justo”.
Regresó brevemente a Buenos Aires en 1879 cuando obtuvo una candidatura a diputado, pero se enfermó y volvió a Francia, donde murió el 19 de junio de 1884. Sus cenizas descansan en la casa de gobierno de Tucumán. Cada 29 de agosto se celebra en su honor, el Día del Abogado.
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