Jazmín Oriana Brunelli tiene 20 años; es de Cañada de Gómez y una de sus pasiones está ligada a la pelota. Pero a pesar de que algo tiene que ver con el fútbol, ella no es jugadora; sino árbitro. La entrevistamos para que nos cuente sobre sus inicios, esta disciplina y su visión con respecto a los estándares sociológicos que hoy en día están tan vigentes con respecto al rol de la mujer en la sociedad. “A los hombres que se preparen porque venimos con todo…” expresó la réferi local.
Por Emanuel N. Soverchia
Jazmín dialogó con La Imprenta y nos contó que la llevó a ser parte de un deporte que antiguamente estaba más ligado a los varones que a medida que pasa el tiempo ese estereotipo se va desmoronando cada vez más.
-¿Cómo se despertó tu pasión por el fútbol y más precisamente por ser arbitro?
-J. B.: Iba todos los domingos a ver al club (América) de mi barrio junto a mi papá, yo era una más de las que protestaba por alguna falta o algún error que cometían los árbitros, un domingo dije no pueden tener tantos errores, enojada obviamente. Para resumir… comencé como árbitro más por curiosidad que otra cosa.
-¿Cuándo comenzaste, ya había otras chicas árbitros o fuiste la primera?
-J. B.: Había cuatro chicas cuando entré. Ahora somos nueve; tres de Los Cardos, una de Las Rosas, una de Correa, cuatro de Cañada de Gómez.
-¿En qué consiste el entrenamiento, como se preparan para los encuentros?
-J. B.: No sólo es físico, lunes teoría con un profe que era arbitro de apellido Polini, son dos periodos de 45 minutos (un partido) y los jueves físico en el parque municipal, el entrenamiento consiste en una buena entrada en calor, 10 minutos de trote, después una serie de ejercicios de coordinación, después tiradas de 300 metros y por último trotamos unos minutos para aflojar. El entrenamiento es el mismo para ambos sexos.
-¿Cuantos años de estudio debe cursar alguien que elige esta disciplina?
-J. B.: En el colegio es así, no te recibís nunca, no es con un título; sí está el curso de árbitro nacional que dura dos años y se dicta en Buenos Aires que podés quedar contratado en AFA.
-¿Hay alguna institución o algún club que las agrupa?
-J. B.: El Colegio de Árbitros que pertenece a la Liga Cañadense de Fútbol.
-Hablemos un poco de los tiempos que corren, ¿es difícil para una mujer ser árbitro en la actualidad o ya no tanto como antes?
-J. B.: Y… ahora es más fácil acceder a este ambiente. Aunque todavía hay gente que cree que tiene que ser un deporte de hombres.
-¿Te sentís respetada por los jugadores o el público a la hora de ser jueza dentro del campo de juego?
-J. B.: Sí, a algunos no les gusta mucho la idea de que una mujer esté al poder en ese momento del partido pero se la bancan bastante y son respetuosos.
-¿Recibís insultos o cargadas desde las tribunas o hay sanciones para eso?
-J. B.: Se reciben comentarios un poco fuera de lugar pero ahora podemos hacer que se retiren del lugar.
-¿Qué es lo que más te gusta o motiva cuando estás en la cancha?
-J. B.: Lo que se vive con los jugadores. Pasas de la risa a que se te haga un nudo en la garganta de un momento a otro y es genial eso.
-¿Qué les dirías a la chicas de cañada que quieren ser parte de este deporte, asi sea como jugadoras o como árbitros?
-J. B.: Les diría que se animen a disfrutar de este hermoso deporte, que lo hagan sin pensar en los prejuicios de la gente.
-¿Y a los hombres que aún no están de acuerdo con que haya mujeres árbitros, que les dirías?
-J. B.: Que se preparen porque venimos con todo, porque tenemos la misma preparación que los árbitros varones.
-¿Hay en tu historia como en la cancha alguna anécdota que te marcó que quieras contarnos?
-J. B.: Mi debut fue bastante caótico en 5ta división como línea, ahí me di cuenta de lo distinto que se vivía un partido estando adentro, con la presión de la gente, de los jugadores que no te conocen. Me nublé y en un fuera de juego levanté y seguí corriendo por la línea fue muy gracioso porque desconcerté por completo a todos no sabían que estaba marcando.
-Con respecto a tu familia, ¿hubo o hay alguien que se oponga u opuso a te elección de ser árbitro?
-J. B.: Sííí; el que en ese momento era mi novio y mi papá. Mi papá más que nada porque era uno de los que protestaban a los árbitros y no podía creer que yo elija estar del otro lado.
-¿Cómo lo resolviste eso?
-J. B.: No les di importancia a sus comentarios, entonces no les quedó otra que aceptar mi decisión, igual hasta el día de hoy no me va a ver mi papá, creo que no soportaría escuchar algún insulto hacia mí.
-¿Algo más que quieras agregar? ¿Algún agradecimiento o mención?
-J. B.: Quiero mencionar a algunas de mis compañeras que actualmente están en actividad: Berenice, Ayelén, Jessica, Lucía y Águeda. Gracias a mi mamá que siempre me acompañó desde el primer día, eso es muy importante para mí. Y gracias por interesarte en nosotras; por darnos un espacio.