Un estudio asegura que los niños que comienzan a ayudar en la casa con las tareas domesticas, son los que mejor preparados están para lograr el éxito en su vida de adulto.
Por Ivana Isasa
Desde el momento que nuestros hijos comienzan a caminar por su cuenta, empieza un mundo de aventura, descubrir cosas de otra altura, ruidos, ir a buscar cosas por si solos, saber dónde están guardadas ciertas cosas, etc. A cada instante es necesaria la ayuda de los padres, hasta que alrededor de los 2 años empiezan a querer ayudar ellos, perseguir a las mamas para ver donde llevan las cosas y que hacen, entonces es el momento de enseñarles algunos hábitos aprovechando esta curiosidad.
Realizar tareas en la casa ayuda a los niños a tener mayor responsabilidad, aprender a cuidar sus propias cosas y la de los integrantes de la familia, para eso debemos educarlos, no es innato, todo se aprende en la casa. Pero es importante tener bien en claro que tipo de tareas asignarles a cada edad, para no crear una frustración cuando son pequeños por el abuso de estas.
A continuación, veremos algunas cosas sencillas para arrancar, mamás y papás tengan paciencia, porque requiere de una explicación, acompañamiento y ¡mucha paciencia! Y lo más importante: ¡no lo retes si no acomodo bien lo que le has encargado, déjalo como él lo puso, y si quieres acomodarlo hazlo cuando ya no te vea, nunca delante del niño! Aquí lo que vale es la intención de ayudar, que después se transformará como algo habitual en la casa, y quizás más de adulto sea un servicio para quien realmente lo necesite.
- Recoger los juguetesde su habitación y colocarlo en su baúl de forma sencilla y divertida. En esta labor inicial es aconsejable que lo haga siempre contigo porque “le ayudas” a recoger.
- – Poner los pañales en la basura o la ropa sucia en el cesto. Ayudar a separar las medias.
- – Dar de comer a una mascota. Regar las plantas.
- – Vestirse solo. Ir al baño solito.
- – Retirar su plato de la mesa y dejarlo en la cocina.
Ya cuando llegan a la edad de 4-5 años. Podemos elevar el nivel de ayuda:
- Ayudar a poner y quitar la mesa. Ayudarte en la cocinacon las tareas fáciles.
- Ayudarte a hacer su cama y recoger su habitación.
- Ayudarte a doblar toallas.
- Ayudar en la compra doméstica y guardar las cosas en su lugar.
Ya más grande podemos darles tareas con la vajilla, lavarla o guardarla, sacar las sabanas, acomodar su habitación, realizar algún mandado a 1 cuadra de la casa. Por supuesto que muchas de estas tareas requieren todavía de nuestra supervisión, y ya cuando llegan a los 12 aprox., es necesario reforzar porque entran en la edad de que no quieren hacer ninguna tarea, entonces debemos controlar que se realice correctamente.
Para no perder de vista esto y dejar que ellos abandonen el hábito, bebemos tener bien en claro lo que queremos fomentar en ellos, ¿colaborar o cooperar? A colaborar es lo primero que aprenden, es ayudar; pero la cooperación es el conjunto de acciones y esfuerzos que, conjuntamente con otro u otros individuos, realizamos con el objetivo de alcanzar una meta común. Teniendo este significado presente, ellos deben comprender que cuando sean grandes estarán inmersos en una sociedad que tiene muchas demandas, y que cada individuo es factible de alguna ayuda, no está exento de que pueda ser un beneficiario de su ayuda.
La cooperación es el resultado de una estrategia de trabajo en conjunto que se vale de una serie de métodos para facilitar la consecución de un objetivo, y esto vale para todo aspecto de la vida, desde la escuela al trabajo, desde una institución hasta amigos, etc.
Comprender la verdadera motivación aquí es lo principal, este es el trabajo más arduo de los padres, entender cuánto vale su ayuda y porque deben hacerla. Hagámoslos participes en cuestiones de la casa, cuando los padres dan alguna determinación específica, que ellos puedan estar involucrados y ser participantes como miembros de esa “sociedad” que es la familia.
Ser generosos, humildes, y pensar en el otro no es fácil, pero con esfuerzo se puede lograr. Enseñarles a ser serviciales y estar atentos a una necesidad requiere de una atención especial que debemos desarrollar en ellos, de lo contrario comenzará a pensar en sus propias demandas sin saber que es parte de una familia y más adelante, de un grupo cualquiera que fuere, y perderá de vista la posibilidad de integrarse a otra sociedad.
Es muy bueno que realicen tareas domesticas, no por motivos extremos sino con entendimiento. Te comparto algunos beneficios para ellos:
- Combatimos el sedentarismo: ¿recuerdas la pandemia del covid? Para los niños eso no fue bueno, porque una generación se volvió muy inactiva, y esto puede atraer a muchas enfermedades, y ya sabemos que siempre es mejor prevenir que curar. Así que ofrécele a tu hijo actividades deportivas, recreativas, artísticas, o relacionadas a los trabajos de los padres para que salga de ese estado.
- Se vuelven más independientes: colaborar en casa ayuda, porque se vuelven más capaces de hacer sus tareas en la escuela, se ponen contentos a la hora de sus buenos resultados por hacer las cosas solos. En este proceso debemos felicitarlos cada vez que realicen alguna tarea por si solos y tengan éxito, porque la constancia y esfuerzo debe premiarse como incentivo para crecer.
- Se sienten participes necesarios de la familia, y que podemos contar con ellos para alguna necesidad o urgencia, sabiendo que lo va a hacer por el bien común, que es a familia.
- Equilibrio en sus responsabilidades. Muchos adolescentes se creen que ya tienen otras prioridades por encima de las que les enseñan sus padres, como las que estamos hablando. Pero déjame decirte que si ellos hoy están capacitados para manejar un teléfono “inteligente”, ¿Qué te hace pensar, o piensan ellos, que no pueden realizar una simple tarea como sacar la basura, o doblar la ropa mientras escuchan por el auricular bluetooth su música favorita? No los subestimes y no los complazcas, porque a la larga van abandonar lo que creíste lograr desde niños.
- Lograr el orden y limpieza. Son muchas las tareas del hogar en las que puede colaborar un niño dependiendo de su edad, pero la más importante es que si en su rutina se encuentra la de limpiar y recoger, también su mente quedará estructurada y se convertirá en una persona más ordenada. La capacidad de ordenar sus elementos hará que también sea más disciplinado a la hora de tener todo recogido y eso hará que aumente su capacidad de exigencia en casa. Esto se traslada a cualquier ámbito, porque como dijimos ya forma parte de su cultura, lo tiene impregnado, y siempre buscará de encontrar ese orden, buscará la estrategia para ser ordenado en su trabajo, en sus horarios, etc.
- Ser responsable. Tiene que entender que, si esa tarea asignada en la familia no la cumple, otra persona debe dejar la suya para hacerlo, y lleva más tiempo del que podemos pensar. Debe ser consciente de que es un partícipe necesario, que la mamá o el papá confía en él para esa tarea y que no debe defraudarlos. Y esto retrasa una organización familiar.
- Aumenta su autoestima confianza en ellos mismos, porque se dan cuenta de que son capaces de hacer tareas por sí solos. Cuando reciben el reconocimiento de sus padres o abuelos, se sienten valorados, es beneficioso para su actividad social.
- Reduce el estrés. Porque les enseñamos a despejarse de sus obligaciones diarias colaborando con la cocina o cualquier actividad.
Si eres padre o madre, no tengas miedo de darle tareas a tus hijos, primero te pedirá ayuda, pero a veces debes dejarlo que el mismo la realice solo, se esforzará por lograrla y esperará tu aprobación. Sé valiente, son tiempos difíciles como sociedad, los padres de hoy abandonaron mucho de nuestra cultura y valores, se necesitan padres con agallas para revertir esto y poner en valor de nuevo a la familia.
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