La insólita situación del país del norte respecto al resultado electoral definitivo, tiene por estos días en vilo al mundo entero. ¿Ganó Biden o hubo fraude?
Por Juan A. Frey
Hace algunos años, era impensado que en EEUU se dudara de la democracia y de la transparencia de sus mecanismos electorales; sin embargo, en estas últimas elecciones donde Donald Trump resultara ser protagonista, comenzó un deterioro progresivo de la confianza y la seguridad en ellos. ¿Por qué?
Para empezar, una tremenda campaña mediática internacional, puso a Trump, en el peor de los escenarios. Cadenas como la ABC, la CBS, la NBC, la MSNBC, el New York Times, el Washington Post, o la CNN entre otros; comenzaron a descalificar casi groseramente la gestión de Trump donde quedó evidenciado el encono manifiesto hacia este Outsider de la política norteamericana tradicional.
Munición pesada comenzó a impactar en el gobierno y en la persona de Trump. Calificativos como idiota, impredecible, inestable, corrupto, mafioso y hasta acosador, minaron particularmente el último año y medio de su gobierno con un progresivo desgaste público, más el abandono por parte del partido Republicano que finalmente hoy lo dejó totalmente solo. Lo cual no quiere decir, que haya perdido las elecciones.
No solamente estas cadenas lo sacaron del aire simultáneamente cuando salía desde La casa Blanca hablando en vivo, sino que los jueces se permitieron el lujo de desestimar las denuncias de un presidente que en su primera elección había sacado 63 millones de votos y en la última más de 70 millones, cuando las encuestas daban a Hillary Clinton el 93% de intención de votos.
“Tenemos que interrumpir aquí porque el presidente está haciendo declaraciones falsas, incluida la idea de que ha habido una elección fraudulenta”, dijo Lester Holt, de NBC. “No hay prueba de ello”. (1,2)
No es difícil concluir, que esta guerra manifiesta contra Trump por parte del Complejo Industrial Militar y el globalismo financiero internacional, tienen otros planes que no incluyen al todavía presidente de EEUU. Pero para comenzar a comprender, tendríamos que hacer algo de historia, agregando que se detectaron votantes que habían nacido en 1823.
Es importante destacar, que no es intención del diario ni del autor de esta nota, reivindicar o defender a Trump, que de hecho lo hace por si solo; sino poner en contexto la situación geopolítica internacional respecto al país más armado y peligroso de la tierra que es EEUU.
Para empezar… ¿Quiénes votaron a Trump? “Los Deplorables” según la adjetivación de Hillary Clinton, 70 millones de americanos del EEUU profundo, autóctono y conservador. Americanos nacionalistas, que sustentan valores como, “Dios, bandera y familia”, mi religión, mi iglesia, mis armas, mi moto, papá, mamá, hijos, hombre y mujer; con una concepción de la antigua familia nuclear y sus roles totalmente definidos; están armados y dispuestos a defenderlos hasta la muerte.
El partido republicano, mantiene un silencio de radio y no apoya a su presidente porque al igual que el partido demócrata Clintonoide o Sorosista, representan los mismos intereses del liberalismo financiero globalista y parasitario que sumió a EEUU en la más dolorosa pobreza de su historia y al mundo entero.
Deberemos recordar, que el 25/12/1991 murió la URSS, al día siguiente, el 40% de los rusos perdió todos sus ahorros porque habían cerrado los bancos, que quedaron fuera del control central soviético para pasar al sistema de bancos centrales privados como hasta ahora. Los Clinton prometieron a la Rusia “libre”, ser incorporados a la comunidad internacional de negocios, pero lo único que hicieron fue saquearla junto a Yeltsin. Entre los años 1989 al 1991 en Rusia había 14 millones de pobres, para 1996 la cifra subió a 160 millones gracias a los Clinton.
Posteriormente con Bush comienza la caída programada de EEUU. Parece que al igual que las personas, los países también tienen ciclos de crecimiento histórico, clímax, deterioro y caída; en el caso de EEUU ese período es de aproximadamente 80 años, Europa de 227 y Rusia de 100.
Si contemplamos algunos de estos períodos de EEUU o Europa, desde finales del 1600 en adelante, veremos que en 1776 se produce la revolución americana, en 1889 la Revolución Francesa y en 1861 la guerra de secesión, para luego en 1939 la segunda guerra mundial; ahora la disyuntiva es; guerra civil o termonuclear. ¿Por qué?
Desde los acuerdos de Yalta y Potsdam, Bretton Woods fue hasta los 90, y aún sigue vigente, el marco regulatorio de los dos polos dominantes; occidente tenía en sus manos el 60% del mercado global, y la URSS el 40%, donde coexistieron y se autorregularon; al fusionarse los dos sistemas en uno con la consigna del “crecimiento ilimitado” en un mundo de recursos limitados se produce la gran contradicción y fracaso del sistema capitalista que ya no puede expandirse más. Entonces vemos los primeros síntomas de su caída definitiva en el 2007/08 con la crisis Subprime y el caso de Lehman Brothers o Bear Stearns.
Entonces porqué la relevancia de Biden o Trump. La cara o importancia de los personajes no significa nada, lo que importa es como se reconstituye la Humanidad de ahora en más y con cual esquema, tomando en cuenta a que intereses representan.
Trump, es la cara visible de un modelo alternativo, “Nacionalista, Aislacionista e Industrialista; “El Proyecto Internacional Negro”. Detrás, está la vieja aristocracia europea, el Vaticano y los Jesuitas. De hecho, Trump es escocés galés y medio alemán. Biden, además de padecer demencia senil, es la continuidad de los Bush, Los Clinton, los Obama, los Rockefeller, los Rothschild y el mundo Sorosiano de La élite globalista financiera con su maquinaria bélica perpetua, que tiembla ante la posibilidad del regionalismo tal cual lo proponen los BRICS o el BREXIT. En el caso de China, Rusia, Irán, India y Brasil, la regionalización traería aparejado otros servicios financieros y otras monedas que no serían el Dólar; quedaría afuera La Reserva Federal, razón por la cual los globalistas robaron las elecciones a Trump; caso contrario deberán sentarse con los líderes de aquellas naciones para generar un nuevo Bretton Woods postcrisis pandémica.
Según el banco de los Baruch, el Standard Chartered Bank EEUU suma 68 millones de desocupados por la pandemia, más los que ya arrastraba de antes, totalizando un 40% de gente sin trabajo con una casi nula posibilidad de volver a tenerlo. Treinta millones de americanos de clase media tiene dificultades para pagar la hipoteca, en Canadá 10 millones de personas perdieron su trabajo y en Europa los parados son más de 30 millones. Es decir que en el primer mundo hay 250 millones de desocupados según la ONU.
Frente a esta realidad única, comparable a los dos hitos similares en los últimos 1000 años, el primero con la caída del imperio Romano y posterior nacimiento del feudalismo, luego la caída del feudalismo y el surgimiento del capitalismo industrialista; hoy no se ve una alternativa clara para diseñar un nuevo mundo que se desembarace del esquema de la explotación del hombre por el hombre habiendo fracasado el socialismo y como seguir siendo Humanos frente al transhumanismo tecnológico, cultural y artificial que se postula.
Es por esto que el pueblo americano no puede permitir la vejación de su libre decisión electoral, porque si no se resiste al fraude con un levantamiento social, el próximo paso que darán los parásitos globalistas será una guerra termonuclear para desgravar deudas.
2) https://www.latimes.com/espanol/eeuu/articulo/2020-11-05/cadenas-de-eeuu-interrumpen-transmision-de-discurso-de-trump