Una mujer de 60 años tuvo que ser atendida por médicos luego de caerse de su motocicleta cuando un perro se le cruzó en la calle. Como resultado del incidente la vecina cañadense terminó con dos costillas rotas, múltiples fracturas en su rostro y varios hematomas en todo el cuerpo.
Por Emanuel N. Soverchia
Ofelia empezó contándonos que el hecho “Fue el día lunes pasado cerca de las 18 horas en calle Bolivia, en la bajada del puente hacia el sur”.
La vecina continuó relatando su odisea, con contundentes detalles sobre cómo sucedió todo el acontecimiento.
“Venía hacia mi casa en moto una guerrero 110 cc. con casco de esos abiertos, se me cruza un perro de tamaño mediano, color marrón cuando ya bajaba el arroyo y además había arena. No logré tener la moto y caí”, explicó Ofelia a La Imprenta.
Prosiguió: “Recuerdo que dos personas me socorrieron; una de ellas me dio un pañuelo porque yo sangraba en la boca y las cejas, luego vino Cemi y me trasladó al Hospital (San José); me hicieron tomografía, radiografía, y me pusieron 3 puntos en la ceja izquierda hacia la sien… Luego me derivaron al SIC a terapia por el fuerte impacto en la cara”.
Ofelia, nos contó las impresionantes y graves lesiones que sufrió su cuerpo luego de caer de su vehículo.
“Tengo dos costillas quebradas, múltiples fracturas alrededor del ojo izquierdo, muchos hematomas que van cambiando de color con el pasar de los días en todo el cuerpo; estoy con calmantes y antibióticos por la sangre alojada en el hueco del ojo que con la mucosidad pueden hacer infección en él, y ahora esperar la decisión del cirujano maxilofacial para ver si hay que operar para reconstruir, o sólo esperar que suelde y rogar a Dios que no comprometa la visión”; puntualizó la vecina que continúa en estado de recuperación, quien también dijo: “No sé si el perro tiene dueño porque solo salí para una consulta al médico por fiebre y dolor de cabeza; cuando esté mejor voy a pasar por el lugar para ver de quien era el animal”.
Además Ofelia nos manifestó su preocupación enojo ante esta situación y especificó que es una problemática que nadie quiere abordar, o al menos no se toman cartas en el asunto.
“Es una vergüenza; la cantidad de perros sueltos que hay en las calles y nadie se hace cargo cuando pasan estas cosas, y además los gastos que implica todo esto… No hice la denuncia porque es perder tiempo, nadie te da bolilla y así como estoy es muy poco lo que me puedo mover”, dijo la vecina víctima del fatídico incidente.
Por ultimo Ofelia, pidió a la comunidad y a la autoridades de la ciudad que “tengamos respeto el uno por el otro y seamos responsables en la tenencia de animales, hoy me tocó a mí y lo puedo contar pero muchos lamentablemente ya no están por los accidentes con perros y la municipalidad ya que no se ocupa de sacarlos de la calle que se ocupe de ayudar a las personas afectadas”.
En Cañada de Gómez, esta problemática de los perros sueltos en la ciudad, continúa siendo un tema tabú tanto para las autoridades locales como para los ciudadanos y proteccionistas. Todo el mundo conoce casos graves sobre accidentes con animales callejeros, hasta pérdidas de vidas humanas; y ningún funcionario actuó al respecto, haciendo caso omiso a estos hechos y desentendiéndose al respecto.
Es hora de que el gobierno local comience a hacerse responsable de lo que ocurre en sus calles, implementando una política de Estado acorde a los hechos y sucesos que afecta a toda la comunidad, y que atenta tanto contra la vida de los cañadenses como la de los perros.