Una pareja la esperó en la puerta de su casa el pasado domingo 8 de marzo, pasadas las nueve de la noche; comenzaron a atacarla frente a su familia con golpes de puño, amenazas de muerte y hasta forcejearon con su hija menor de edad. “Dale, matala, matala, pegale…”, decía una de las personas mientras la agredía a ella y a su marido. Así lo relata Juliana Anahí Romero, la propia víctima para La Imprenta.
Por Emanuel N. Soverchia
El problema habría comenzado cuando el padre Anahí Juliana Romero (28), la mujer ferozmente golpeada, compró un automóvil que sufrió desperfectos técnicos, entonces contratan a un mecánico (el supuesto agresor) para solucionar el problema; sin embargo según lo expresó Anahí, el vehículo no habría sido reparado correctamente y el padre de ella decidió no pagar el servicio de mecánica; lo que despertó el espeluznante episodio que a continuación cuenta la chica agredida, para nuestro medio.
“El día domingo llego, a mi casa ubicada en Bv. Balcarce 172; esta pareja ya me estaba esperando. La mujer me llama y me increpa contra el árbol de la vereda para pedirme la plata y le digo que eso lo tienen que arreglar con mi papá, no conmigo. En eso llega el marido y también empieza a pedir la plata y a decirme que si no lo hacía me iba a pegar…”, comenzó a relatar el fatídico hecho, Anahí Juliana.
Continuó: “Luego se quiere meter mi marido y le pega dos piñas; la nena de 7 años ve todo y le digo ‘agarrá a la bebé y subí a casa’. La chica me dice que si no le pago va a entrar a mi casa y me va a robar todo. Entonces quiere entrar… mi nena estaba en la escalera con la bebé; la empuja y le da la cabeza contra la pared teniendo a la bebé upa”.
En palabras de Anahí, los siguientes minutos que vivió junto a su familia fueron aterradores; ya que podría haber sucedido una tragedia.
“Luego la bajó de la escalera a la fuerza, ella empieza a pegarme; y el marido le dice: ‘dale, matala, matala, pegale…’, y como veía que ella no podía sola conmigo; se metió él a pegarme; me dio una piña en la boca, me agarró los brazos, y ella me pegaba piñas hasta que mi marido pudo sacarla”, siguió explicando la joven arremetida.
“La denuncia la realicé en la comisaría 1°, pero fue muy extraño, porque el oficial que me tomó la denuncia me mostró una foto de mi agresor en su teléfono…”, comentó la mujer muy asustada y agregó: “Estoy muy asustada porque me mandan a seguir, los amenazan a mis papás; anoche le mandaron gente hasta su casa y nadie hace nada; él anda como si nada por todos lados. Mis hijos están asustados, salen poco”; contó Anahí.
A pesar de hacer la denuncia en la dependencia correspondiente, la mujer que continúa con el temor de volver a ser violentada, tras amenazas de muerte; advirtió que siente que las autoridades y la justicia no actúan con la celeridad como deberían; ya que si no se hace nada con urgencia este hecho podría empeorar, con graves consecuencias.
“Fui al médico me hice atender, me dieron calmantes por los golpes. Tengo miedo hasta de mandar a la escuela a los chicos. Más me preocupa que la policía no haga nada. La verdad que necesito ayuda, ni la policía hace nada”; culminó Anahí, invadida por el miedo.