El cansancio, el estrés, la falta de comunicación, el aburrimiento y otros factores similares hacen que en ocasiones la vida sexual de la pareja se convierta en un acto rutinario, monótono y vaya disminuyendo el deseo.
¿Qué hacer para estimular la actividad sexual y conseguir que ésta resulte satisfactoria y placentera?
Comunicación: Es importante hablar sobre sexo. Ambos miembros de la pareja deben saber lo que le gusta al otro, cuáles son sus zonas más erógenas, qué es lo que les hace obtener más placer, cuáles son las limitaciones de cada uno o para qué no se está preparado, etc. La comunicación no sólo da confianza y evita poner barreras donde no necesariamente existen, sino que además potencia los momentos de intimidad.También ayuda a vencer a superar tabúes o límites que han surgido de la falta de experiencia.
Mantener una actitud activa: Hay personas que mantienen una actitud de pasividad y esperan que sea la pareja quien tome la iniciativa.
Imaginación: Cambiar de lugar para tener sexo, variar las posturas, provocar a la pareja, explorar nuevas experiencias. Todo contribuye a obtener una mayor satisfacción.
Espontaneidad: La provocación forma parte de la espontaneidad, como buscar la diversidad de momentos en los que hacer el amor, revivir las primeras citas o cualquier otra iniciativa que genere tensión sexual.
Buscar tiempo para la intimidad: Cualquier momento del día es bueno para disfrutar del sexo. Lo importante es hacer lo posible para encontrar momentos de intimidad: al despertar, en la ducha, etc. Querer es poder.
Romanticismo: El romanticismo no sólo no está pasado de moda, sino que es uno de los mejores estímulos para una vida sexual plena, en la que el coito deja de ser un acto físico al completarse con la expresión de emociones y sentimientos, lo que lo hará aún más placentero.
Tiempo adecuado para los preliminares: La mujer suele necesitar más tiempo para lograr la excitación y estar preparada para el coito. Hay que dedicar el tiempo necesario a los juegos previos al coito, pues en muchas ocasiones no se alcanza el orgasmo porque el estado de excitación no es el adecuado. Las caricias, los besos, etc., ayudan a lograr este objetivo.
Descanso y ejercicio físico: El cansancio y el estrés son causas frecuentes de la pérdida de deseo sexual, por lo que dormir bien y descansar adecuadamente es importante para disfrutar de una buena vida sexual.
Una buena alimentación: Una dieta equilibrada es siempre importante para mantener una buena salud, pero también para la función sexual. La hipercolesterolemia, la hipertensión arterial o la diabetes pueden causar problemas de erección en el hombre y pérdida del apetito sexual en ambos miembros de la pareja. Seguir una dieta saludable y practicar ejercicio físico regularmente (al menos media hora al día) es la mejor forma de evitarlo.
El deseo no viene solo, es un constante ejercicio de búsqueda e imaginación. La conexión con la pareja derivará en una sexualidad sana y placentera basada en la confianza y la amorosidad.
Karina, A. Muñoz- Sex Coaching- Educadora Sexual Integral
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