La sociedad está llena de personajes, a nuestra vista algunos pueden parecer muy inteligentes, otros bien básicos, y algunos muestran toda su cualidad de no domesticados. Este no es un juicio de valor, sino que, a simple vista uno puede darse cuenta de que tipo de persona es, a saber, tenemos personas sensatas y otras muy estúpidas, personas con las que podemos entablar una conversación con opiniones disímiles, o quizás coincidir, y otras las cuales no entienden o solo saben discutir con su propia idea.
Por Ivana Isasa
Me pasa muchas veces, mirando las noticias y viendo actitudes de los políticos de profesión que solo digo “¡cuánta estupidez por Dios!” porque no puedo creer que digan tantas contrariedades a lo que necesita el pueblo. Estamos rodeados de una generación idiota como dice Agustín L en su libro “La generación idiota”, no son opiniones, son conclusiones antropológicas del estudio de nuestra sociedad.
No es la intención de ofender a nadie en esta nota, sino de ver o identificar a ese tipo de persona, a la que puedas parecerte si tienes esta actitud en tu forma de vida cotidiana, lo que trataremos de hacer aquí es que tengas fundamentos para deshacerte de ella.
Vamos a comprender la anatomía de la ESTUPIDEZ, para que podamos traer un cambio y podamos prevenir ciertas conductas. El filósofo Aristóteles decía que “la juventud pasa, la inmadurez se supera, la ignorancia se cura con educación, y la embriaguez con la sobriedad, pero la estupidez dura para siempre”. ¿¡Oh Dios, por qué!? Por eso decía que, mirando la tv, siempre podemos encontrar un estúpido, ¡ya que siempre los hay! También son llamados: imbécil, idiota, necios, todos similares. Les cuento unas cuestiones interesantes, la palabra INSENSATEZ, significa alguien carente de juicio común, o una percepción correcta de las cosas; deriva de sensatus en latín, es el buen criterio para percibir lo recibido o la buena opinión formada por oír correctamente. Es sinónimo de tener un sentido común, una correcta dirección o percepción en la vida, para poder reflexionar y tomar buenas decisiones en beneficio propio.
La palabra NECEDAD, deriva del latín necius, es el que no tiene ciencia, sin conocimiento y sin conciencia de las cosas. Refiere a alguien que es ignorante, imprudente o terco. Con el tiempo se relacionó con la imprudencia y la terquedad, en el sentido de que el necio también es falto de conciencia, no tiene discernimiento correcto de lo que le rodea. El necio o el idiota en su definición es lo mismo, el que no sabe, por eso dispara hacia cualquier lado lo que no sabe, y es muy fácil darse cuenta de eso, ¡no quisiera verme en esos zapatos! IDIOTA proviene del griego idiotes, es el que se rige por sus propias reglas, mirando solo sus propios intereses.
Relacionado con estas definiciones, también dijimos que podemos estar siendo imbéciles, y no nos damos cuenta. Veamos, el IMBECIL es alguien sin bastón, baculum en griego, se les decía así a las personas que eran mayores, usaban bastón y no podían manejarse por sí solas, no tiene profundidad en sus opiniones o decisiones, es el que construye los castillos en el aire, no puede crear hechos concretos en su vida.
Y la querida por muchos ESTUPIDÉZ, originalmente significaba aturdido, con incapacidad para razonar, una persona confundida, desorientada, que no logra pensar claramente. Si nos fijamos bien en la descripción de estas palabras, esto no tiene que ver con el nivel académico de la persona o con el coeficiente intelectual, esto es muy importante, es algo cotidiano, se refiere a cómo la persona se comporta en su vida diaria. Por lo tanto, la estupidez, la podemos colocar dentro de una categoría moral y no intelectual, es la intención por la cual hacemos las cosas. Puede haber personas muy inteligentes y ser estúpidas, y personas a las que la genética no les dio tanta inteligencia, pero son muy sabias… Estupidez es lo contrario a la sabiduría, porque el sabio sabe encontrar el bien en las cosas, sabe comprender la realidad para decidir, permite centrar el pensamiento y así crece como persona; pero, si tienes estupidez eres un cabeza de corcho, una bala perdida, sin sabiduría.
Viendo en nuestro uso diario de estas palabras, podemos darnos cuenta que las hemos limitado muchísimo, porque la aplicamos para decir que el estúpido es una persona que se equivoca constantemente, o no sabe lo que hace por las consecuencias de sus actos, hace las cosas sin motivo. No tenemos en cuenta en realidad de lo que abarca el concepto.
Les doy unos datos concretos para poder distinguir a un estúpido, o saber si en algún momento ustedes han actuado de esta forma:
- No es falta de inteligencia, es falta de sabiduría.
- No es ser un distraído,
- Es la incapacidad de usar la razón, de tomar conciencia
- Hay una desconexión con la realidad, falta de empatía
- Ignora lo obvio y no reconoce las acciones propias
- Es un miope cognitivo, no ve más allá de sus propias narices.
- Actúa de forma imprudente y con miedo, no piensa demasiado en lo que dice o hace, se equivoca de forma recurrente.
- Es esclavo de las sensaciones, nada de determinación sino emociones o reacciones.
- Se lo pasa prometiendo sin responsabilidad en lo que dice.
- Y obviamente no asume sus consecuencias, hace culpable a los demás de los resultados.
- No aprenden ni con los golpes que le da la vida, siguen siempre así.
¿Qué podemos deducir de todo esto? Que es una persona que no logra cuestionarse las cosas, no puede ser crítico ante un comentario o charla, porque se deja llevar por sus propios pensamientos, y cree en lo primero que le puedan decir sin investigar profundamente. ¡¡En nuestro país tenemos muchos ejemplos!! No los voy a citar, abundan, busquen por sí mismos a quien tenga estas características. Pero pensemos, que importante es ser todo lo contrario, ser conscientes, entendidos porque de esta forma ¡Dios me libre de mis actos, porque solo no podría salir! Nuestro ego nos puede llevar a lugares muy duros, siguiendo esta actitud de la que venimos hablando nos podemos volver más necios y testarudos, podemos llegar a contradecir cualquier cosa, haciéndonos fanáticos de nuestra propia opinión, y a esta altura ni una bala puede entrarnos en la cabeza.
El idiota no es malo necesariamente, sino que es incapaz de buscar su propio bien y el de su entorno, porque esta cegado por felicidad momentánea antes que la felicidad a largo plazo. En el caso del malvado puede hacer mal siempre buscando su propio bien y el de su entorno, hay un plan siempre detrás, pero el idiota no hace planes, y de todo lo que hace sale perdiendo, y a veces los que están detrás de él también. ¡El malo es más inteligente que el idiota! Justamente porque prefiere todo a corto plazo son personas estancadas, no tienen estabilidad, cuando hacen algo impulsivamente dañan a cualquiera con su falta de razonamiento.
Cuando no tenemos un criterio para evaluar la realidad, o no tenemos el conocimiento apropiado, podemos llegar a cometer maldad en nuestros actos y también atentar contra el bien del entorno, porque las consecuencias serán negativas. Esto no tiene nada que ver con ninguna enfermedad mental, sino con actitudes y cualidades y formas de actuar, y con el ego. De aquí la persona va derecho a ser orgullosa, arrogante, llega a ser obstinada y soberbia porque no quiere asumir su propio error si lo tuviera, ni tampoco ser ayudada.
Entonces podemos ver que la estupidez no tiene que ver con el rango económico, no entiende de personas más o menos inteligentes, no entiende de política, pueden ser de derecha o de izquierda, no entiende de geografía o lugares, cualquiera puede ser víctima de su propio ego. Y recuerdo lo que se dice por costumbre, el que es malo puede dañar porque tiene un plan, o puede dejar de ser malo, pero el estúpido, así se queda, puede dañar más de lo que podemos pensar. Además, el malo puede llegar a utilizar un estúpido, porque este no se da cuenta, Dietrich Bonhoeffer (teólogo alemán) dijo que “la persona estúpida, en contraste con la maliciosa, está satisfecha de sí misma, y al irritarse fácilmente, se vuelve peligrosa». De esto último, la persona que vive con estas características, puede llegar a caer en alguna enfermedad como estrés, depresión o consumo de alguna sustancia adictiva.
En nuestro país, hay una cultura que promueve la estupidez y la necedad, la cultura de la inmediatez en todas las comunicaciones, ya lo he descrito en otras notas anteriores. Lo importante aquí es que uno no nace estúpido, sino que se hace, así que valiéndonos de todo lo dicho, busquemos la sabiduría en cada momento de nuestra vida, no ser necios o imbéciles, de allí sólo se puede salir fomentando la autoevaluación de las decisiones, reconociendo los errores y poniendo el foco de atención en lo importante.