Por Federico Montani
Con esta paradoja doy comienzo a esta protesta profesional y personal que como ciudadano e individuo libre me veo obligado a hacer por las actuales circunstancias que para nada me agradan.
En casi todo el mundo en general y en Argentina, nuestro país, en particular, se está tratando de imponer una especie de cerco a los derechos inalienables y a las libertades individuales de todos los ciudadanos.
¿Y cuáles son los barrotes de esa cárcel?
Las vacunas contra el coronavirus (COVID-19 y/o SARS-COV-2), cada una de ellas representa a cada uno de los barrotes de esa prisión que los estados y los gobiernos de Argentina y de casi todo el mundo quieren imponer a todos los ciudadanos del llamado “Mundo Libre”.
Las vacunas son los barrotes y el pase sanitario o pasaporte sanitario es la cárcel, es la prisión.
Pero mi problema no es con estas nuevas vacunas ya que, a pesar de todas mis dudas y críticas, como que haya un acuerdo de confidencialidad entre los laboratorios y los gobiernos para que nadie pueda acceder y saber que contienen las vacunas o el hecho de que los vacunados no puedan iniciar demandas, y hacer juicios a los gobiernos y a los laboratorios en caso de presentar efectos secundarios y colaterales producto de las vacunas, o que el tiempo científicamente aprobado por los estándares internacionales para la producción de una vacuna sea de entre 10 y 20 años, sin embargo, mi problema no es con estas nuevas vacunas.
Mi problema es con el Estado, mi problema es con el gobierno.
Ya que ni el Estado ni el gobierno pueden obligar y forzar a ningún ser humano a hacer nada en contra de su voluntad, es decir, a hacer nada que no quiera hacer. Los seres humanos que vivimos en países y en naciones que están organizadas bajo la forma de gobierno republicana, democrática y constitucional, somos ciudadanos. Y somos ciudadanos porque vivimos en una república y en una democracia bajo una constitución, donde el marco legal y judicial es el estado de derecho que otorga, garantiza, asegura y protege todos los derechos y todas las libertades de todos los ciudadanos. Derechos que son inalienables y libertades que son individuales. Esa es la brillante mente de la democracia, ese es el noble corazón de la república y esa es la sagrada alma de la constitución. Que ahora, un grupo de criminales y delincuentes con una cuota de poder circunstancial y pasajera pretenden prostituir.
El pasaporte sanitario viola todos los principios de la república
El pasaporte sanitario viola todos los principios de la república, todos los valores de la democracia y una gran cantidad de artículos de la Constitución Nacional Argentina. Y esto tampoco podría tolerarse y aceptarse si en vez de ser impuesto por el estado y por el gobierno a través de decretos, hubiera sido impuesto por la mayoría a través de elecciones, de un referéndum y/o de una consulta popular, ya que objeto también la idea de que todas las personas tengan el derecho de votar sobre todo.
El sistema tradicional y original estadounidense como el argentino, estaba basado en la idea de que la mayoría solo prevalecería en asuntos públicos limitada por los derechos inalienables y por las libertades individuales, por lo tanto no creo en que la mayoría pueda votar para que le sea quitada la vida, la propiedad y la libertad a nadie. Y por lo tanto no creo en que si una mayoría vota sobre cualquier tema haga lo correcto, no lo hace. Este asunto como cualquier otro, debe ser solucionado con el consentimiento y la cooperación voluntaria de ciudadanos libres, sin forzarlos.
El poder del gobierno es estrictamente limitado y no tiene ningún derecho o compulsión contra ningún ciudadano, excepto contra los criminales y delincuentes. Que en este paradójico caso, son los que están en el gobierno. A esto es a lo que me opongo intransigentemente y no a estas nuevas vacunas en sí mismas, pese a todas mis dudas y críticas hacia todas ellas.
Como soy un hombre lógico, racional, empírico y científico, estoy a favor de las vacunas y de todo avance y progreso médico, sanitario y científico. Las vacunas, desde que fueron creadas e inventadas, han salvado a la humanidad de innumerables e incontables plagas, pestes, virus, bacterias, enfermedades y patologías de toda forma y de todo tipo. Antes de su existencia la vida humana era mucho más frágil, delicada y corta de lo que es hoy en día. El promedio de vida era de 50 años o menos, cuando hoy es de 80 años.
Desde la vacuna contra la viruela del gran Edward Jenner, y la vacuna contra la rabia del gran genio maestro de Louis Pasteur, pasando por las vacunas contra la tuberculosis, la fiebre amarilla, el sarampión, el tétanos, la poliomielitis, la hepatitis b, la difteria, etcétera. La humanidad le debe su vida y su existencia a las vacunas; y a los grandes genios maestros cuyas brillantes mentes las crearon e inventaron.
Los “anti-vacunas” son solo una minoría de orates
Por eso los llamados “anti-vacunas” son solo una minoría de orates cuya “inteligencia” es menor a la del promedio, cuyo coeficiente intelectual es menor al de la media. Son unos ignorantes, mediocres y tontos, trasnochados con acceso a internet que se meten en blogs donde cualquier don nadie tiene derecho a hablar, a decir, a comentar, a opinar y a “escribir”. (Nota: Hay que prohibir los blogs). Los anti-vacunas están al mismo nivel que los terraplanistas, que los racistas, que los xenófobos, que los homofóbicos y que los fanáticos religiosos. Si no vivieran ni existieran el mundo sería un lugar mejor, es por ellos que estoy absolutamente a favor del aborto.
Hago esta imperativa aclaración para distinguir y diferenciar dos cosas que nada tienen que ver entre sí. Una cosa es la vacuna o en este caso, las vacunas y otra cosa es el pase sanitario o mejor dicho, el pasaporte sanitario.
El gran problema creado por los Estados y por los gobiernos de Argentina, y de casi todo el mundo, es el hecho de que quieren confundir, engañar y lavar el cerebro a toda la población a través de los grandes medios hegemónicos masivos de comunicación sobre que ambas cosas son lo mismo, cuando en realidad son, justamente, todo lo contrario.
Ahora, quieren igualar a las vacunas con el pasaporte sanitario como antes quisieron separar a la salud de la economía. Es decir, igualan lo que no hay que igualar y separan lo que no hay que separar. Como en este caso, el orden de los factores sí altera el producto, voy a ordenar correctamente los factores para que así, este no se altere: La salud es la economía y la economía es la salud; y las vacunas son las vacunas y el pasaporte sanitario es el pasaporte sanitario. Las primeras dos son exactamente iguales mientras que las otras dos son radicalmente diferentes.
La vacunación, con estas nuevas vacunas contra el coronavirus (COVID-19 y/o SARS-COV-2) debe ser libre y voluntaria como son todas las demás vacunas. Son los individuos libres los que deben elegir libremente y voluntariamente vacunarse o no. Nada ni nadie los puede forzar, coaccionar y obligar. Cada uno es el dueño absoluto y total de su cuerpo, de su mente, de su vida, de su propiedad y de su libertad. Y mientras uno no haga daño a los demás, nada ni nadie puede decirle que hacer o que no hacer. Y mucho menos discriminarlo y marginarlo.
Y para terminar, cito mi caso personal: Yo no me iba a vacunar con estas nuevas vacunas debido a mis dudas y a mis críticas anteriormente mencionadas en este artículo; pero ahora tuve que hacerlo obligadamente debido a que quiero asistir con toda la fuerza de mi corazón, a quizás el último concierto que mi héroe, Sir Elton John dará en Argentina ya que desde 2018 está con su gira mundial de despedida “Farewell Yellow Brick Road”, en la que se está despidiendo faraónicamente de las giras mundiales para poder disfrutar de su esposo y de sus dos pequeños hijos. Esta gira mundial de despedida comenzó en 2018 y pasará por los 5 continentes, cuando pase por Sudamérica, uno de los conciertos será en Argentina y allí estaré.
El problema es que para poder estar allí además de la entrada también se me exige -tanto a mí como al resto de los que allí estarán- el pasaporte sanitario donde se certifique oficialmente que uno está vacunado con al menos dos dosis de estas nuevas vacunas. Sin el pasaporte sanitario y las dos dosis reglamentarias uno no puede asistir ni a conciertos, ni a cines, ni a teatros, ni a discotecas, ni a clubes nocturnos, ni a canchas, ni a estadios, ni a ningún lugar público y privado. Y ahora lo quieren hacer extensivo también a bares, pubs, restaurantes y, ¡hasta el transporte!
La ira, la indignación y la impotencia me invaden haciéndome hervir la sangre. La libertad está bajo ataque, es imperativo que todos los ciudadanos e individuos libres, la defendamos. Mañana, será demasiado tarde. Tiempos oscuros y difíciles nos aguardan, pronto deberemos elegir entre lo que es correcto y lo que es fácil.
En primera instancia, hacer una definicio tan ferrea sobre quienes tienen cuestionamientos sobre las vacunas, deberia ser de manera correctamente informada y no solo por lectura de opiniones de la vereda contraria. Antes de juzgar una postura la misma debe estudiarse.
Respecto a la postura anti-vacunas, tal postura no es la mia, pero existen, muchos profecionales en el campo que tienen evidencia irrefutable sobre la inutilidad de las vacunas y quien tenga alguna capacidad de razonamiento, tiene dos opciones, o refuta sus argumentos u opta por considerarse poco instruido para opinar del tema. Ninguna de las dos posturas fueron tu caso, solo agrediste a quienes piensan diferente que vos.
No solo, no justificar tu postura, esta mal; si no, que descalificar una postura de manera tan baja, recurriendo a insultos es infantil, mal educado y demuestra tu carencia de capacidad para poder expresar correctamente tu descontento. (a estas alturas intuyendo que sin fundamentos)
Para tal empresa, te recomiendo buscar que informacion expone «Chinda Brandolino» para justificar tal postura.
Te la cito a ella, dado que es una experta/profesional de la materia, con mucha mas experiencia y conocimiento del tema, del que puedas tener vos, no obstante hay varios comunicadores que esgrimen mas argumentos.
Independientemente que sea o no de tu agrado, si vas a juzgar una idea, seria mejor que la entiendas antes.
En el caso de la libertad y la igualdad tenes bastante razon. Quizas te haga falta entender de donde viene la idea, y el orden que la misma tiene. Quizas para no irme hasta Locke, a quien te recomiendo leer, ver, estudiar encarecidamente, podriamos ir a quizas el resumen mas actual de tal idea, o mas sintetizada.
«Una sociedad que priorice la igualdad por sobre la libertad, no obtendrá ninguna de las dos cosas.
Una sociedad que priorice la libertad por sobre la igualdad, obtendrá un alto grado de ambas.»
Milton Friedman
Saludos Atte.