Verónica Mosconi, quien es hasta el momento la autoridad máxima del Hospital San José de Cañada de Gómez reconoció el miércoles 4 de diciembre de 2019 ante las cámaras del programa local “Intermedios” conducido por Mario Chiappino que el costoso aparato se perdió al ser arrojado entre los residuos y terminara en el basural; inculpando así al personal administrativo del nosocomio. La Imprenta fue el único medio que publicó el caso.Mirá el video a continuación donde ella misma lo afirma.
El audiómetro debía ser enviado hasta la ciudad de Rosario para ser reparado y fue embalado supuestamente por personal administrativo en una caja para esto. Sin embargo como no habría sido rotulado de ninguna manera el personal de servicio lo llevó al lugar desde donde los empleados de mantenimiento sacan la basura depositado en un pasillo interno o como lo llaman pasillo “Largo” o “Grande”, y así fue; el costoso artefacto valuado en unos U$S 15.000 fue llevado al canasto de la basura, para que al día siguiente entre las 10 y 11 de la mañana, el camión compactador de la Municipalidad cargue los residuos y los llevara al basural municipal.
Al personal de mantenimiento le habría llamado la atención el peso del embalaje y al abrir la caja habrían visto que tenía bollos de papel y poliéster e interpretaron que se trataba de un objeto ya obsoleto y para chatarra puesto que lo enviaron como estaba al canasto de residuos.
Al día siguiente de cometido el traspié, según más testimonios fehacientes; comenzaron la búsqueda del aparato embalado para ser llevado al servicio técnico en Rosario, y no lo encontraban, cuando consultaron, se encontraron con esta insólita y grave situación. 15 mil dólares al basural.
Para intentar reparar el error, desde el nosocomio habrían comenzado el emprendimiento de hacer reparar un audiómetro más antiguo que estaba en las despensas del hospital porque si algún paciente necesita de realizarse ese estudio no cuentan con uno funcionando.
El pasado miércoles 4 de diciembre, la Lic. Mosconi, reconoció que el audiómetro tan costoso valuado en dólares había sido arrojado de manera negligente a la basura. Sin embargo, lejos de hacerse cargo de que eso ocurrió bajo su responsabilidad como autoridad máxima durante su gestión, inculpó de manera rotunda a los empleados que estuvieron involucrados en ese accionar.