DURANTE AÑOS VENIMOS HABLANDO NOSOTROS
En las páginas de La Imprenta se han plasmado desde su fundación lo que hoy parece moneda corriente; y que antes eran líneas de un par de locos escribiendo con intenciones golpistas; como insinuaban los fanáticos y “empleados no declarados” del poder de turno, influenciados por las mafias conducidas por funcionarios públicos y sectores privados nefastos.
Nuestro periódico nació como una alternativa a los clásicos medios de comunicación cooptados por el gobierno municipal y departamental que sólo se encargaron y aún lo hacen, de hacerle a los corruptos la “venia” para recibir su mísera cuota mensual. Aunque no todos los periodistas y medios de comunicación de la ciudad están alienados tras el rabo de Clerici y Rasetto, debemos aclarar; pero esos pocos son carne de cañón para arremeter en su contra con cualquier excusa.
La Imprenta, insisto; se diferencia de la prensa oficializada por el simple hecho de realizar su rol como dictan las normas éticas del periodismo libre. Y eso nos trajo muchos dolores de cabeza, vivir momentos muy duros y situaciones atroces; pero también nos enseñó millones de nuevas cosas. Y la principal es no perecer, no claudicar… ser honestos y libres.
Muchos hablan de independencia, pero nosotros no; hablar de periodismo independiente es un poco ostentoso y casi sínico, porque todo los medios dependemos de algún recurso para poder llevar adelante nuestra labor. Sin embargo, la libertad no tiene precio ni dueño; ponga quien ponga el dinero, debemos ser libres ante todo. Porque la libertad nos distingue a los periodistas de los propagandistas.
El tema más abordado por este medio fue LA CORRUPCIÓN entre otros muy importantes también, vinculados a denuncias e investigaciones. Cuando nadie quería hablar de esto, cuando la gran mayoría de los reporteros, blogueros, periodistas y empresarios de los medios vendían su alma al diablo, La Imprenta le puso el pecho a los demonios.
Denunciamos y seguimos denunciando CORRUPTOS Y CORRUPTIBLES, cómplices y miedosos; denunciamos a los poderosos y a que les dieron el poder; y muchas veces nos latigaron el lomo, porque nadie quería perder su ración. Durante años nos enfrentamos a mentiras, amenazas, persecuciones, desprecios, descréditos, ninguneos y hasta atentados, pero seguimos caminando y dando voz a los pueblos.
AHORA ESTÁN HABLANDO ELLOS, DE ELLOS MISMOS
Hablan los que nos quisieron silenciar porque estuvieron con ellos, hablan los que no pudieron tomar más que los jefes, hablan los que les hicieron la cama, los que prestaron sus nombres y acomodaron a sus hijos; hablan los que se fueron y los que los fueron; hablan los que les bajaron el pulgar o aquellos que fueron descubiertos y deben pagar en nombre de los capos; hablan los que pueden hacerle sombra a los poderosos, los que saben mucho y ganaron poco; hablan los que fueron insultados pero antes obedecían; hablan los que se encargaron de mandar pero ya no mandan; hablan los que SON HONESTOS y no aguantaron más ser sometidos; hablan los que pudieron cambiar la historia pero fueron decapitados; ahora hablan todos por que el monstruo está dormido, viejo y ya no pisa fuerte. Hablan porque algunos tienen dignidad y comenzaron a ver; hablan los que pueden mirar a sus hijos a los ojos y aquellos que que se dieron cuenta que lo que viene fácil, fácil se va.
Hablan los que perdieron, porque saben que “la historia la escriben los que ganan”; hablan los que creyeron y fueron desengañados, los que perdieron a familiares por la pandemia, los que pidieron ayuda y sólo se convirtieron en deudores de una gestión; hablan los que no tenían techo y nunca tendrán, los que les prometieron un bolsón por un voto y solo terminaron botados; hablan los que bailaron en las murgas, hablan los que fueron diezmados en las purgas; hablan los pobres, hablan los ricos, ahora hablan los cañadenses; porque se está terminando el circo.
Si habla La Imprenta es porque aún grita un pueblo libre. Hablan los funcionarios de corrupción, aquellos que fueron parte de La Gestión; hablan porque saben que seguir en ese barco sólo tienen una opción, hundirse con el capitán y soltar el timón. Por eso saltaron muchos y otros que prefieren dar su vida a las aguas de verdad que morir como cobardes, embusteros y llenos de mediocridad. Porque nos se olviden queridos lectores que cuando el éxito está a pleno, toda rata es rey; pero cuando se apagan las luces y el cuarto queda oscuro; la humanidad sabe que hacer.
AHORA HABLAN QUIENES ESTUVIERON ADENTRO DEL PODER; HABLAN ELLOS DE ELLOS MISMOS. DICEN LO QUE VENIMOS DICIENDO DESDE HACE AÑOS, PERO LA PRENSA, LOS FANÁTICOS Y LOS CIEGOS TRATAN DE OCULTAR… AHORA LO DICEN ELLOS, Y NOSOTROS SUPIMOS ESPERAR, AUNQUE HERIDOS Y EXHAUSTOS NUNCA DEJAMOS DE CREER EN LA PALABRA LIBERTAD.
¡Hablemos todos… Buen comienzo de año para todos nuestros queridos lectores!
Por Emanuel N. Soverchia – Director Periódico La Imprenta