La Historia de Juan Manuel Arce, el peluquero cañadense que con esfuerzo, sacrificio y capacitaciones va marcando tendencia, no sólo en su ámbito laboral sino también en su perfil más humano. Comenzó creando su primera peluquería en un pequeño ambiente de su casa. Hoy montó su espacio en pleno centro de la cuidad junto a su esposa, en un elegante ambiente de dos pisos. Hace unos días participó de un reconocido evento en Rosario donde pudo demostrar sus habilidades con las tijeras y manos.
Juan Manuel tiene 30 años, nació en Cañada de Gómez en el ceno de una familia humilde, en barrio perteneciente a la vecinal Migoni. Es padre de familia, y esposo de Damaris Leiva, quien también es su compañera y socia en su comercio. Su sueño siempre había sido ser profesional y tener su propia peluquería; hasta que en el año 2013 montó la primera en el living de la casa de su madre, sobre calle Ovidio Lagos.
“Puse un espejito, una silla y dos lucecitas que tenía; y así arranqué… El espejo me lo regaló mi mamá; la silla la pinté yo; y tenía una bacha, para la cual teníamos que sacar el agua con baldes…”, comenzó narrando Juan a La Imprenta.
En ese lugar mantuvo su peluquería durante dos años. Momento en que su novia, actualmente su esposa quedó embarazada; situación que lo llevó a tomar una responsable decisión, Juan tuvo que trabajar en una empresa del mueble de la ciudad (Mosconi), para reforzar los ingresos de su hogar. En esta empresa trabajaba turno completo de 6 de la mañana hasta la hora 16, y luego por las tardes atendía su oficio de peluquero. Junto a su compañera alquilaron una vivienda sobre calle Bolivia y allí montaron su nuevo espacio.
Juan contó: “No dejé de cortar cabellos, porque sabía que en algún momento podía llegar a vivir de eso; pero lo hacía después de hora; cuando salía de Mosconi a las cuatro de la tarde, me ponía a cortar el pelo, todos los días hasta las diez de la noche… a veces he estado hasta las doce de la noche, los fines de semana… trabajaba todo el día para poder seguir apostando a la peluquería”.
Dos años después; se mudó con su peluquería a otra zona de la ciudad; sobre calle Belgrano al 400, ampliando el local, sus insumos y hasta sus servicios. El sueño de una peluquería acorde a su meta ya iba tomando estado físico; espacio donde vivió sus mejores momentos como profesional. Allí estuvo durante 5 años.
“Ahí ya la peluquería creció; y allí ya me dedicaba el 10% a esta labor; de lo que yo había estudiado”; explicó Arce, Y agregó: “Para mí fue un cambio rotundo, mudarme a (calle) Belgrano porque desde el primer momento quise tener un local, pero al principio no se podía; luego la clientela creció y finalmente se pudo gracias a la demanda de trabajo”.
“Mi mujer empezó allí, desde hace tres meses a trabajar junto a mí pero ese local nos quedó chico para los dos; entonces decidimos hace un mes mudarnos al nuevo local en el cual estamos en la actualidad, ubicado sobre Lavalle 642”; destacó Juan Manuel cargado de emoción.
Sobre ese nuevo local agregó: “El nuevo espacio cuenta con dos pisos. La planta baja es la sección masculina, niños y adultos, mientras que la parte superior es la sección femenina; atendida por mi mujer Damaris, quien se encarga de de realizar las tareas para ese sector, además contamos con dos profesionales en nuestro equipo, encargas, una de la sección de uñas y otra de maquillaje”.
Un detalle importante es que Dámaris, su esposa, hace 7 años que es peluquera, pero al ser mamá de niños pequeños no podía ejercer su profesión junto a Juan. Al pasar el tiempo, y sus hijos creciendo, esto les permitió poder comenzar a trabajar en lo que aman y en lo que se especializaron ambos.
“A mí me genera mucha más felicidad haber encontrado un camino para la familia, no solamente para mí… y que nos haya cambiado la vida; y cuando digo esto, no lo hago refiriéndome a dinero sino por permíteme realizar ese camino nuestro, del que venimos sin tener padres o abuelos peluqueros y marcar un antes y un después en mi familia”; se refirió Juan a su orígenes, abriendo su corazón con nuestro medio.
Al realizar sus primeros cursos en Rosario, Juan Manuel, conoció a unos de sus profesores; Ricardo Mancuello, oriundo de Carcarañá, quien siempre confió en él desde el primer momento; al que Juan llama con orgullo, su mentor; le propuso participar de su Academia de Peluqueros, para que comience a dictar cursos junto a él.
“Ese para mí fue mi primer gran éxito que me llenó el corazón…” Manifestó el peluquero cañadense.
CITY CENTER – ROSARIO
El pasado 2 y 3 de octubre se llevó a cabo en la ciudad Rosario el “Estilo y Cloro” en las instalaciones del City Center. Juan fue invitado a través de Ricardo Mancuello, y convocado a participar de este megaevento que se realiza desde hace 15 años; donde pudo exhibir una de sus más excéntricos y “jugados” trabajos.
“Eso fue tocar el cielo con las manos”, exteriorizó Juan, y añadió: “Allí presenté un color, una tendencia; llevé una creación de mi autoría, en la que trabajé hasta altas horas días anteriores al evento… cuando estuve ahí, me temblaban las manos y los pies, el día anterior no dormí; ese es hasta ahora mi mayor logro”.
“No me olvido de donde vengo, sé que desde donde arranqué no tenía nada, y para mí esto fue algo re lindo y ‘loco’ a la vez; y mi mayor motivación es seguir creciendo y y como siempre digo, lo que hoy pudimos lograr es parte de meterle pasión, disciplina y constancia; y cuando las cosas no se dan, meterle más aún para que al otro día sea distinto… en algún momento las cosas llegan y se dan”; fue el mensaje que compartió Juan Manuel con este medio; y aconsejó: “…Y a los chicos cque incursionan en el mundo de la peluquería, o en cualquiern ámbito de la vida, si tienen un sueño, que lo persigan, que se esfuercen, que luchen, y ue las cosas tardes o temprano, si sos buena persona y haces las cosas por buena ley, se te da”.