Estos resultados demuestran de manera contundente la acción frente a COVID. La Presentación de los números y gráficos no arrojan dudas respecto al impacto de IVERMECTINA en la evolución de la enfermedad. La cantidad enorme de tratamientos realizados en Correa, consentidos por los pacientes y avalados con la relación directa de venta en farmacia se encuentran vinculados indubitablemente al menor número de complicaciones, y al menor número de internados. Para ello hay que tener memoria y por ende recordar que en los primeros 60 días de casos en nuestro pueblo, entre el 28 de Julio y el 28 de Setiembre, hubieron 62 casos con 5 fallecidos.
A partir del comienzo del tratamiento con IVERMECTINA en domicilio se asistieron en igual lapso y entre el 25 de setiembre y el 24 de noviembre desde Correa en la región 1217 personas, 703 de ellas de Correa, resultado de ello y hasta la fecha no haber lamentado ningún fallecido, aún cuando sufrimos pacientes con complicaciones que debieron ser internados (seis), la mitad de ellos por haber iniciado muy tarde el tratamiento. Hoy persisten en internación dos pacientes, uno de los cuales se encuentra en estado crítico.
Esto implica, aun considerando a los pacientes que ingresaron muy tarde al protocolo IVERMECTINA (5 o más días tarde), que las complicaciones que provocaron internación (especialmente neumonía o baja saturación de Oxígeno) se han producido en el 0,85 % de los casos, sin haber sufrido hasta el día 25 de Noviembre ningún fallecido. Sin Tratamiento IVERMECTINA, la cifra de pacientes complicados que merecen internación supera largamente el 6 %, y esta cifra es mucho mayor en pacientes de más de 60 años.
Estos datos no nos provocan satisfacción alguna. La angustia y el sufrimiento por los pacientes que se complican y la pasan mal es mucho mayor que el alivio por cada paciente que llega al alta.
Sin embargo, los datos son incontrastables. En estos últimos sesenta días hemos debido pelear contra la adversidad, que fue muy superior a la de aquellos primeros dos meses, porque el número de casos pasó de menos de 100 a más de 1000, porque las restricciones fueron mucho menores y el hastío de la gente para con una cuarentena prematura y mal diseñada llegó a un extremo de incumplimiento y laxitud cuando no de excesos, que atentó severamente contra la prevención, y además porque habiendo expresado reiteradamente que la acción de IVERMECTINA era muy superior indicada prontamente, a los pacientes se les indicaba encierro en espera de un hisopado innecesario ante el previo diagnóstico clínico. Esta acción reiterada provocó y provoca una pérdida de tiempo que en decenas de casos fue responsable de las complicaciones observadas.
Además las complicaciones han incluido la acción de los obstruccionistas y negacionistas que sin fundamento y mucho menos aval científico se permiten negar la efectividad del producto o la labor de quienes intentamos trabajar lo mejor posible en beneficio de la gente.
El trabajo es y ha sido arduo, no solo no contó con apoyo oficial alguno comunal o provincial sino por el contrario con obstáculos que hicieron más compleja la tarea. Esta actitud, deseamos se revierta prontamente con acciones concretas que faciliten la tarea.
Si en Correa hubiéramos continuado cruzándonos de brazos esperando las complicaciones que COVID indefectiblemente provoca, nuestra localidad hubiera tenido un 6 % de casos críticos, o sea que de los 311 COVID confirmados en los últimos 60 días la cifra de casos con necesidad de Terapia Intensiva y Respirador hubiera trepado a 18, sin contar los 5 fallecidos previos, y sabemos por la experiencia vivida en los primeros 60 días como nos ha ido con los casos críticos y los pacientes internados con respirador
Los números no permiten lugar a dudas, IVERMECTINA no es milagrosa, no va a terminar con la pandemia pero es una herramienta útil, que utilizada en la dosis adecuada y oportuna reduce el número de complicaciones y por ende la necesidad de camas en internación. La primitiva duda en relación a su indicación hoy se ha invertido, ya no se trata de de no medicarla porque se deben seguir esperando resultados. No hay tiempo para seguir esperando, hoy los médicos tenemos la obligación ética y moral de prescribir a nuestros pacientes un medicamento que ha demostrado eficacia primero en el laboratorio y luego en nuestros pacientes.
Queda agradecer el apoyo y la comprensión de amigos y colaboradores, a las profesionales farmacéuticas y a los pacientes, por tanto afecto y tanta ayuda. Gracias a todos ellos podemos disponer hoy de números, gráficos y estadísticas que nos permiten afirmar que el trabajo ha sido útil y el objetivo cumplido.