Hace apenas más de dos años, el 15 de agosto de 2020, cuando estábamos en plena cuarentena por la pandemia, encerrados y con las actividades mayormente paralizadas, los cañadenses fuimos bendecidos con la llegada de un nuevo párroco: el Padre Hernán Medicina.
En ese momento en la parroquia San Pedro lo único que funcionaba era Cáritas y se celebraba la misa los domingos a la mañana que era transmitida por facebook.
Muy poco fieles nos animamos a acercarnos y fuimos los testigos privilegiados de la transformación que se comenzó a operar inmediatamente. A los 10 días habíamos recuperado la celebración diaria de la misa y a los 15 días ya estaban habilitadas también todas las capillas para la celebración de las misas de los fines de semana. Cumpliendo con todos los protocolos que exigían las circunstancias en ese momento.
Antes que termine el año todos los niños que habían cumplido con la catequesis (virtualmente), recibieron el sacramento de la Confirmación. Tuvo que hacerlo por pequeños grupos en sucesivas misas, por las restricciones existentes.
Y en 2021 ya se reanudaron todas las actividades propias de la comunidad, tanto en la sede parroquial como en las capillas. Y gradualmente la celebración de los demás sacramentos: Bautismos, Reconciliación, Matrimonios. Todos los niños que no habían podido recibir la Primera Comunión por la cuarentena, pudieron hacerlo al comienzo de este año. También con la misma modalidad de las Confirmaciones. Y comenzaron a funcionar todos los movimientos, instituciones y grupos parroquiales con sus respectivas actividades. Pese a la cuarentena que seguía imponiendo protocolos y restricciones. Y cuando regresaron las clases presenciales, la atención pastoral a los dos colegios católicos. Fue una gran alegría ver cómo, poco a poco, los fieles se reintegraban en su distintos apostolados y la participación de los sacramentos.
Hizo arreglar el reloj del campanario y recuperó el sonido de las campanas, que marcan las horas y anuncian la celebración de las misas.. Ambos con sistema digitalizados. Hacía muchos años que no funcionaban.
Pero además de todo eso, en el 2022 inició una obra faraónica: la reparación y recuperación del templo parroquial: fueron 9 meses de actividades frenéticas donde se cambió totalmente la instalación eléctrica, el sonido y la ventilación; se modificó la calefacción, se instalaron cámaras de seguridad, se renovó totalmente la iluminación y la recuperación del templo original, con la reconstrucción de las entradas y la modificación de las columnas. Mas la entronización de la Virgen del Rosario y las imágenes de los misterios luminosos en el Pasaje Juan Pablo II en el atrio. Electricistas, técnicos, albañiles, artesanos, carpinteros, pintores y arquitectos, bajo la supervisión permanente del Padre Hernán, trabajaron contra reloj para devolvernos el templo San Pedro totalmente renovado, pintado, iluminado y ¡¡ bellísimo!!
Algunos privilegiados fuimos testigos de la renovación que el Padre Hernán trajo consigo a nuestra comunidad: en lo espiritual y en lo material. Muchos más pueden descubrirlo ahora, cuando recorren el templo admirando su transformación. También pueden hacerlo sumándose a las actividades que se realizan o las que están proyectadas en adelante.
Si, hemos sido bendecidos con la llegada del Padre Hernán.
ALICIA PRINCIPE