Osvaldo Pedro Pugliese nació el 2 de diciembre de 1905 en el barrio de Villa Crespo. La música lo rodeó desde la cuna a través de su padre, Adolfo, flautista de un cuarteto de tango barrial, y de sus hermanos violinistas, Salvador y Alberto. Su primer instrumento fue el violín, pero en el Conservatorio Odeón descubrió el piano que lo apasionó y lo acompañó durante toda su vida.

El legado musical de Osvaldo Pugliese es inmenso y multifacético. Se destacó por ser un renovador del tango al crear un estilo propio caracterizado por su propia energía y ritmo. Composiciones como La Yumba, Recuerdo, Negracha y Malandraca, son clásicos del género y siguen resonando en las nuevas generaciones. Además de sus propias obras, grabó más de 600 piezas de otros autores, enriqueciendo el repertorio tanguero.
“Nunca me considero un artista, sino un laburante de la música. Y un laburante bastante cómodo, porque trabajar, trabajan los de las fábricas, el puerto. Siempre me sentí uno más”, así se definía el maestro.

San Pugliese, el protector de los músicos
La leyenda cuenta que durante un recital de Charly García se desencadenaron una serie de problemas técnicos que retrasaron el comienzo del espectáculo. El sonido no funcionaba bien, hasta que alguien del equipo intentó hacer una prueba con un disco del maestro Pugliese. Todo empezó a mejorar y Charly dio su show. A partir de ahí, nació el mito de la buena suerte que traía invocar al músico, nombándolo tres veces: «Pugliese, Pugliese, Pugliese».

A raíz de este hecho se creó la oración a San Pugliese, que dice: «Protégenos de todo aquel que no escucha. Ampáranos de la mufa de los que insisten con la patita de pollo nacional. Ayúdanos a entrar en la armonía e ilumínanos para que no sea la desgracia la única acción cooperativa. Llévanos con tu misterio hacia una pasión que no parta los huesos y no nos deje en silencio mirando un bandoneón sobre una silla».
El músico falleció el 25 de julio de 1995 a los 89 años, en la Ciudad de Buenos Aires. Su hija Beba y su nieta Carla, también pianistas, continúan el legado de su padre que, aún hoy, sigue más vigente que nunca.
Créditos: www.argentina.gob.ar