La Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), siguiendo los lineamientos del Ministerio de Seguridad de la Nación que conduce Sabina Frederic, desbarató una organización criminal transnacional que enviaba cocaína oculta en encomiendas hacia Australia. Tras realizar tres interdicciones de envíos internacionales, coordinar una entrega controlada hacia ese país y concretar 16 allanamientos en domicilios ubicados en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la fuerza a cargo de José Glinski detuvo a cuatro personas y secuestró cocaína, anfetamina, ketamina, metanfetamina; armas de fuego; una millonaria suma de dinero en efectivo; vehículos; celulares; instrumentos de fraccionamiento y otros elementos de interés.
El director nacional de la PSA explicó que “la ruta de cocaína hacia Australia se puede comprender, primero, por una razón económica. El valor del kilo de esta sustancia en la Argentina promedia los 7.000 dólares, en España ronda los 40.000 y en Australia puede ascender hasta los 250.000 dólares, es decir que puede cuatriplicar y hasta sextuplicar ese monto. El nivel de consumidores en Australia es menor que, por ejemplo, en el mercado europeo, sin embargo el valor económico que adquiere la mercancía una vez introducida allí, es sensiblemente superior. La diferencia porcentual de cocaína desde Argentina a Australia es alrededor del 3.470%, lo cual demuestra la rentabilidad de este negocio. Ningún bien de consumo adquiere este nivel de valorización económica”, dijo Glinski.
La causa comenzó en julio, cuando los oficiales de la PSA que efectuaban los controles preventivos habituales en la Terminal de Cargas Argentina de Ezeiza, provincia de Buenos Aires, detectaron un paquete con destino final a la ciudad australiana de Melbourne, que tenía 1.162 gramos de cocaína ocultos en una bomba centrífuga sumergible.
Por orden judicial, se articularon los mecanismos necesarios para concretar su entrega vigilada, sustituyendo esa droga por material inocuo, previa coordinación con personal de la División Investigaciones del Narcotráfico de la Dirección General de Aduanas (DGA) de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP); la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) del Ministerio Público Fiscal; la Policía Federal de Australia y una empresa de correo privado, para que la encomienda siguiera su curso normal.
Mediante diversas tareas investigativas, la PSA pudo identificar a los integrantes de la organización delictiva y sus domicilios en la Argentina, como así también visualizar el despacho de dos envíos a domicilios australianos en sucursales de un correo privado. Autorizados judicialmente, los efectivos requisaron ambas cajas: en una hallaron 358 gramos de cocaína dentro de un radiador automotor, y en otra 343 gramos de esa sustancia distribuidos en el interior de dos termos.
Glinski sostuvo que “el modo de intervención del Estado a través de la PSA sobre estos delitos, tiene que concretarse sobre la base de la cooperación internacional, en este caso entre Argentina y Australia. No solo a los fines de neutralizar los envíos de drogas sino para conocer en profundidad cómo se articula este tráfico, en rigor, cómo se concreta la oferta y demanda y si obedece a mercados virtuales o físicos. La detección es un primer paso, la punta del iceberg; después hay que afectar qué o cómo se genera esa circulación ilícita y para eso son necesarios los acuerdos operativos y el intercambio de información criminal entre los países”.
El viernes pasado, los oficiales de la PSA junto a personal de la División de Investigaciones Narcotráfico Metropolitano de la DGA-AFIP, realizaron 16 allanamientos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en las localidades bonaerenses de Ezpeleta; Lomas del Mirador; Bella Vista y José C. Paz, en los cuales detuvieron a cuatro varones, tres de nacionalidad china y uno argentina. Además, incautaron 97 pastillas de anfetamina, nueve gramos de clorhidrato de cocaína; 4,2 gramos de ketamina; 69,5 gramos de metanfetamina; cuatro armas y 119 municiones de diversos calibres; 268.514 dólares; 23.034.500 pesos y 723 yuanes. Asimismo secuestraron tres balanzas de precisión; elementos de corte y fraccionamiento; cuatro máquinas contadoras de billetes; cuatro autos (algunos de alta gama); 26 celulares y 24 chips telefónicos; cinco notebooks; cinco tabletas; un CPU; seis posnets, entre otros dispositivos electrónicos y documentación de interés para la causa.
Los detenidos quedaron incomunicados y, junto a lo decomisado, fueron puestos a disposición del Juzgado Nacional en lo Penal Económico N° 2, a cargo de Pablo Yadarola.
Fuente: www.argentina.gob.ar/noticias